Los cuatro presuntos etarras deportados por México ingresan en prisión sin fianza
Los cuatro presuntos miembros de ETA entregados el miércoles pasado por México a España ingresaron ayer en prisión incondicional por orden del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, al considerar, tras tomarles declaración, que pueden estar inculpados en un supuesto delito de pertenencia a banda armada.Fuentes jurídicas informaron que Miguel Simón Ruiz de Eguilaz Bengoa admitió que estuvo vinculado a ETA, y su participación en algunos hechos delictivos, pero aseguró al juez que lleva años desvinculado de la organización, al menos desde 1991, cuando se traladó a México desde Francia. El consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, declaró el viernes que uno de los cuatro deportados -no quiso especificar su nombre- llevaba años alejado de ETA y había rehecho su vida.
Joseba Mirena Garitaonaindía Ansuátegui, Jesús María Bravo Maestrojuán y Óscar Manuel Ronco González negaron pertenecer a ETA, rechazaron su participación en actividades terroristas y negaron conocer a las personas sobre las que el juez les preguntó.
La abogada Jone Goirizelaya, de HB, asistió a estos tres detenidos en su declaración judicial, pero Ruiz de Eguilaz designó como letrado a un abogado de Bilbao ajeno a la organización independentista.
García Castellón decretó que se deduzca testimonio a los juzgados que tienen causas abiertas contra los cuatro deportados, que habían llegado a la Audiencia Nacional a las 9.30 en coches camuflados de la policía y en medio de un espectacular dispositivo de seguridad.
El juez autorizó a los familiares de los detenidos a verlos en los calabozos de la Audiencia y a proporcionarles ropa de invierno, ya que aún vestían la ropa ligera con la que fueron detenidos en México.
