Quejas a González
Según Manuel Olivencia, cuando su labor de control se vio dificultada por "la concentración, cada vez mayor, de poderes en el consejero delegado" presentó "reiteradamente" sus quejas "al ministro Zapatero [titular de Relaciones con las Cortes] y al presidente González". "Al no obtener soluciones", presentó la dimisión, que González "se negó a aceptar".Olivencia añade que no sólo no se corrigió la falta de control, sino que además el consejero delegado le presentó una reforma del organigrama que "eliminaba en la práctica todos los sistemas de control". Así lo expuso a González, a Zapatero y al vicepresidente Serra, ante lo que se le pidió que dimitiera "antes de cesar" a Pellón.
"Me negué y pedí que se me destituyese", continúa Olivencia. "Desde mi cese, según se deduce del Tribunal de Cuentas, se suprimieron los controles internos, se disparó la contratación directa y se desequilibraron los gastos" .
