Clinton recibe la autorización del Congreso para lanzar una operación unilateral de castigo
Todos los elementos terminaron de reunirse ayer para favorecer una operación militar norteamericana de castigo contra Sadam Husein. La ONU rompió definitivamente con Irak y anunció que retira sus equipos de inspección. Fue una primera respuesta a la expulsión de los norteamericanos miembros de esos equipos ordenada por Sadam. La decisión es "inaceptable", dijo un Bill Clinton dispuesto a actuar "de modo, decidido". El presidente recibió luz verde del Congreso para una "acción militar unilateral", y las encuestas mostraron que la mayoría de los norteamericanos la aplauden.
Los tambores de guerra resonaron cuando, en respuesta a las nuevas sanciones propinadas el miércoles a Irak por el Consejo de Seguridad, Sadam ordenó la expulsión de su territorio de los norteamericanos miembros de los equipos de inspección del desarme enviados por la ONU. En Washington y Nueva York se calentaron las bocas y en el portaaviones Nimitz, presente en el Golfo Pérsico, rugieron los motores."Irak está llevando este asunto al límite y sufrirá graves consecuencias", declaró Bill Richardson, embajador norteamericano ante Naciones Unidas y artífice de la resolución de condena a Irak del pasado miércoles. El relevo lo tomó Bill Clinton. Sadam, declaró, ha lanzado un "reto claramente inaceptable a la comunidad internacional". Ante este reto, el presidente norteamericano se dijo dispuesto a actuar "de un modo decidido". Posteriormente, su portavoz señaló que se dará un plazo de "unos días" a la acción diplomática.
Clinton acababa de reunirse durante dos horas con el núcleo duro de la diplomacia y la defensa norteamericanas: la secretaria de Estado, Madeleine Albright, el secretario de Defensa, William Cohen, y el jefe del Estado Mayor, general Henry Shelton. La Casa Blanca' informó, sin dar más detalles, de que en la reunión se estudiaron "respuestas a la crisis".
Clinton y Albright hablaron por teléfono con otros líderes mundiales. Según el presidente norteamericano" los inspectores internacionales han inutilizado en los últimos seis años "más armas de destrucción masiva que las que fueron eliminadas en toda la Guerra del Golfo". Para el titular de la Casa Blanca, la continuidad de esa tarea es "importante para la seguridad mundial".
Al ordenar la expulsión de, los inspectores norteamericanos, Sadam se puso ayer por montera la última resolución del Consejo de Seguridad, que le obliga a dejar trabajar a los equipos encargados de comprobar que se está desembarazando de todo tipo de armas químicas, bacteriológicas y balísticas, sea cual sea la nacionalidad de sus integrantes.
La Casa Blanca interpretaba ayer que ese órdago refuerza la legitimidad internacional de la que ya creía estar dotada por anteriores resoluciones de la ONU para emplear una vez más -la última fue en septiembre de 1996- el bastón contra Irak.
El Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes le dio a Clinton la legitimidad interna para emplear el bastón. El comité aprobó una resolución que pide que EE UU "adopte acciones militares unilaterales si fallan otros recursos". La opinión pública norteamericana -entre el 60% y el 84%, según las encuestas- también estaría del lado de Clinton si ordenara un ataque.
Anuncio de ButIer
La temperatura subió cuando Richard Butler, presidente de la Comisión Especial de la ONU para el desarme de Irak (UNSCOM), anunció la retirada de los equipos de inspección presentes en Irak. Butler dijo que 78 miembros de UNSCOM, incluidos los seis norteamericanos cuya . salida había decretado Sadam Husein, abandonarán hoy Irak por vía áerea. Los seis norteamericanos lo hicieron anoche por carretera. Nueve personas quedarán en Bagdad para atender el material de las misiones de inspección.Los vuelos de los aviones de espionaje norteamericanos U-2, que colaboran con UNSCOM, continuarán, se reanudarán el domingo, anunció el Pentágono. Irak ha amenazado con derribar esos aviones si se ponen al alcance de sus últimos misiles antiaéreos y aviones Mig.
El secretario general de la ONU, Kofí Annan, canceló una visita a Boston para seguir la crisis desde la sede neoyorquina de la organización. Entretanto, el Consejo de Seguridad se reunió anoche de nuevo, a petición de Estados Unidos, para estudiar la desafiante respuesta iraquí y el desarrollo de la situación.
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