La oposición mantendrá sus protestas en Argel pese al fracaso de la huelga

Pese al escaso seguimiento que tuvo ayer la huelga general de tres horas convocada por los seis partidos de la oposición que protestan contra el fraude electoral en los comicios del 23 de octubre, las formaciones políticas hostiles al Gobierno mantienen para hoy la convocatoria de una gran manifestación por las calles de Argel. Sigue, pues, el pulso entre el Gobierno del presidente Liamín Zerual y la oposición.

Los partidos que llamaron a la huelga, el Frente de Fuerzas Socialistas, la Reagrupación por la Cultura y la Democracia, el Partido de Trabajadores, el Partido de la Renovación Argelina y las formaciones islamistas moderadas Ennahda y Hamás, estiman que si el paro no se siguió más fue debido a las "presiones e intimidaciones" sufridas por los trabajadores y los comerciantes de Argel. Entre las presiones denuncian la prohibición expresa hecha por el primer ministro Ahmed Uyahia, que amenazó a los funcionarios huelguistas con privarles del salario si secundaban el paro.El mantenimiento de la consigna de movilización popular para hoy jueves deja entrever que la prueba de fuerza entre Gobierno y oposición está lejos de haberse concluido. El periódico El Watan anuncia una posible crisis parlamentaria, no sólo producida por el boicoteo que los partidos no gubernamentales están llevando a cabo en la Cámara, sino por la persistencia del movimiento Hamás que forma parte de la coalición gubernamental, en su oposición abierta al Ejecutivo.

En medios diplomáticos de Argel se piensa que la "crisis parlamentaria" puede desembocar en una de gobierno con la retirada de los seis ministros islamistas que hay en el Gabinete.

El catastrofismo con el que el Frente de Liberación Nacional (FLN) y la UGTA (Unión General de Trabajadores de Argelia) se han desmarcado de la huelga de los partidos de oposición no ha hecho sino incrementar la sensación existente de crisis política.

El ex partido único denunció los "comportamientos aventureros" y llamó a sus militantes a "poner el interés nacional por encima de todo"; mientras que la central sindical apelaba al "respeto del orden republicano" haciendo un paralelismo entre este paro y la convocatoria de huelga general de junio de 1991 realizada por el Frente Islámico de Salvación, la acción que precipitó la crisis que se incubaba en el seno del poder y de la sociedad de aquel entonces.

La tensión de estos días se ha acentuado más si cabe con los descubrimientos paulatinos que la opinión pública de la capital está haciendo de las guaridas de los terroristas en el bosque de Bainem, situado en la periferia de Argel.