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"Mejor en la cárcel que en la calle"

Un joven de 17 años atraca a un taxista en Zaragoza y le obliga a entregarlo en una comisaría de policía

"Me agarras fuerte del brazo, coges el cuchillo y me entregas". Un joven de 17 años, del que no han facilitado ni siquiera sus siglas, exigió el jueves por la tarde, en Zaragoza, a José María, un taxistade 36 años, que lo entregase a la policía. Minutos antes la orden, dentro del coche, había sido bien diferente: "Dame todo lo que llevas o te rajo", le dijo.'"Llevo dos años en el taxi haciendo turno de noche y nunca me ha pasado nada igual". El taxista José María rememoraba ayer la increíble historia que le había ocurrido en la tarde anterior. A las ocho de la tarde su taxi circulaba por el puente de piedra enfilando El Pilar. Un joven de 17 años le paró y le pidió que le llevase a la calle Lugo, situada en el otro extremo de la ciudad. "Nada más coger el taxi, se volvió hacia mí y me dijo: 'Dame todo lo que llevas o te rajo'. Entonces le dije que se lo daba, que no me hiciese nada, que iba a parar un momento y le entregaba la recaudación".

Llovía. José María paró el taxi en una parada vacía de autobús y sacó el dinero. El chaval no bajó del coche. José María le entregó las 3.900 pesetas que llevaba y siguió conduciendo. Entonces "se echó a llorar y me dijo que le entregase a la policía". José María se quedó de piedra. "Te juro que no le entendí. Entonces me amenazó en serio y me dijo: 'Llévame a la cárcel'. Yo le contesté: 'Si te llevo a la policía te arruinas, si quieres paramos, te tranquilizas, te invito a un vino y si lo necesitas te llevas el dinero, pero no vayas a la cárcel'. Pero nada, sólo quería que le entregase".

Lo que todavía no acierta a explicarse este taxista es el comportamiento del muchacho, vestido con una cazadora, que lloraba y repetía: "Mejor en la cárcel que en la calle". La policía se ha negado a dar sus siglas, ha reiterado que carece de antecedentes penales y que no se le conoce vinculación alguna con el mundo de la delincuencia. Ayer, tras pasar la noche en la comisaría, el juez decretó su libertad.

Pilar Arias es la abogada de turno de oficio que asistió al menor. "Lo cierto es que no es un chico que parezca buscar la notoriedad. La policía me llamó con urgencia el jueves, a las 22.30 horas, cosa extraña, y me dijo si podía estar en la comisaría de San José a las ocho en punto de la mañana". Pilar estuvo allí y se encontró con unos policías conmovidos.

Para ella, acostumbrada al turno de oficio, tampoco era normal lo que ocurría. El atracador no había llamado a su familia y poco a poco ató cabos de una historia que sólo desvela a medias porque se ampara en el secreto profesional. El menor es chatarrero, su madre está separada y parece que había mantenido una disputa con ella. Entonces dedició cometer un atraco e ir a la' cárcel.

La abogada cree que tras la acción del menor puede haber un drama personal, pero no quiere entrar en detalles. Tal vez tenga que presentarse cada 15 días en el juzgado, pero Pilar Arias asegura convencida que "con dormir una noche en la comisaría creo que le ha quedado claro que lo de la cárcel no es nada bueno". Y eso que en la comisaría de San José lo trataron con todo el mimo.

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