PSOE e IU, contra las donaciones anónimas a los partidos políticos

Opacidad y transparencia son los conceptos que ahora enfrentan al PSOE e Izquierda Unida, por un lado, y a los nacionalistas vascos y al Partido Popular, por otro, en la discusión sobre la nueva Ley de Financiación de Partidos Políticos. Los partidos de la izquierda aseguran que jamás aceptarán que las donaciones sean anónimas. En todos los casos, dicen, el donante deberá identificarse ante la entidad bancaria. Después el Tribunal de Cuentas conocerá la identidad y la cantidad. Frente a esta tesis, el PNV sostiene que las aportaciones que no lleguen a 500.000 pesetas pueden ser anónimas.

El próximo miércoles se reunirá por cuarta vez la ponencia que estudia la reforma de esta ley. Los portavoces han dejado en un segundo término la controversia sobre si las empresa pueden dar dinero, además de las personas físicas, y ahora se debate si deben o no ser transparentes donantes y donaciones. "No aceptaremos de ninguna manera las donaciones anónimas", explicó el ponente del PSOE Francisco Fernández Marugán.

Este portavoz explicó paso por paso lo que un ciudadano debe hacer para dar dinero a un partido político. "Usted va a un banco, donde habrá una cuenta corriente abierta por un partido político para recibir exclusivamente donaciones. Se identifica y recibe un certificado del dinero aportado. Este documento le sirve al ciudadano a efectos fiscales, ya que podrá desgravar por la cantidad donada, que no podrá pasar de 15 millones". El relato de Fernández Marugán termina con el aspecto que ya corresponde al partido político. La relación de sus donantes va a parar al Tribunal de Cuentas. De ahí no se apeará el PSOE, y lo mismo indica el portavoz de IU, Mariano Santiso.

Menos de medio millón

PP, CiU y PNV saben desde hace semanas la posición inamovible de los grupos de la izquierda. Todos los partidos están interesados en sacar adelante esta ley por consenso, como la de 1987. Preparan una fórmula suave de anonimato para ver si convencen al PSOE y a IU. Pero de antemano ya les dicen que no. La fórmula que proponen los grupos de centro derecha es la de que los donantes que no pasen de 500.000 pesetas no tengan que identificarse ante el Tribunal de Cuentas, aunque el partido que reciba la aportación sí sabrá el nombre de sus bienhechores.Esta cautela la proponen por si hubiera algún problema ante los tribunales y se vieran obligados a dar la relación.

El PNV es la fuerza que. con más ahínco defiende la privacidad de los donantes. El portavoz peneuvista de la ponencia, Xosé Joan González de Txabarri, fue muy directo en declaraciones a Europa Press: "No se puede exigir a los partidos una actitud exhibicionista de sus ingresos y gastos porque los criterios de transparencia y fiscalización no están en oposición con la debida discreción y el rigor contable".