Iglesias Zamora declara ante el juez cuatro años después de ser secuestrado

Julio Iglesias Zamora no renuncia a la indemnización que le corresponda por el secuestro de que fue objeto en 1993, aunque ha decidido no personarse como acusación en la causa que el juez Javier Gómez de Liaño tramita por ese asunto. Así se lo manifestó ayer al magistrado que le tomó declaración cuatro años después de su secuestro, ocurrido el 5 de julio de 1993 y que se prolongó durante 117 días.

Julio Iglesias dijo que no reconoce a ninguno de sus secuestradores porque en todo momento llevaron el rostro cubierto y que no sabe si fueron los mismos que secuestraron al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. El ingeniero afirmó que fue drogado en el momento del secuestro y que cuando despertó ya se encontraba dentro del zulo, que tenía unas medidas aproximadas de 1,80 x 1,80 metros y tenía las paredes recubiertas de plástico blanco.

Recordó que cuando fue a visitar el zulo en el que estuvo secuestrado Ortega Lara, no lo reconoció , y que le pareció que en el que él estuvo era algo más pequeño. Sobre los pagos -su familia abonó una cantidad próxima a los 500 millones de rescate- aseguró que no tiene ni idea.

Aunque fuentes jurídicas señalan que el juez estudia decretar el sobreseimiento provisional de la causa por falta de autores conocidos, el fiscal del caso, Ignacio Gordillo, comentó ayer que se plantea pedir el procesamiento de los miembros del comando Gohierri, de ETA, presuntos autores del secuestro de Ortega Lara. El fiscal considera que el que Iglesias no les reconozca no quiere decir nada, puesto que tampoco Ortega Lara les reconoció y no hay duda de que son los autores de ese secuestro.