Los comerciantes temen que el túnel de la Gran Vía de Majadahonda se convierta en una "chapuza faraónica"

Los comerciantes de Majadahonda (39.700 habitantes) ponen en duda la utilidad del túnel de la Gran Vía que ha aprobado el PP. Consideran que el túnel es "una obra faraónica de dudosa eficacia", según señaló un representante de los 300 comerciantes de Majadahonda. Éstos afirman que para impulsar sus negocios "no se puede hacer una chapuza". Advierten que la obra puede hundir el comercio del centro, ya muy debilitado por las grandes superficies periféricas.La Gran Vía estará bajo tierra en un año. Así lo aprobó el PP de Majadahonda el pasado 2 de octubre. El proyecto prevé la construcción de un túnel de 700 metros en un plazo de 11 meses a partir de noviembre. La obra costará 580 millones. Lo que ahora es la calzada de la calle principal de Majadahonda (que ya se ha reducido a un carril) será una zona de uso exclusivo para peatones, con jardines y dos nuevas plazas. Por debajo discurrirá el paso subterráneo con un solo carril (la Gran Vía tenía dos direcciones). Por el túnel no podrán circular los autobuses.

El PSOE local, en la oposición, califica el proyecto de "auténtica chapuza", según su portavoz, Antonio Morales. Los concejales de IU califican el proyecto como "innecesario".

Los pequeños comerciantes de Majadahonda se han unido a la preocupación que ha levantado la obra entre los políticos. Se muestran temerosos sobre la influencia que las obras para la construcción del proyecto y el resultado final tengan para sus negocios. "Una Gran Vía peatonal puede ser buena o mala para nuestro negocio. Lo que hace falta es que se haga bien y no que sea una chapuza", explicó Julio Valverde, propietario de la peluquería más antigua de la localidad, que abrió su padre en 1941.

Los comerciantes afirman que un túnel de dos carriles y de dos direcciones sería más funcional para atraer público a sus comercios.