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Reportaje:

El dinero del contrabando

El tabaco rubio de contrabando entra en España por Algeciras, proveniente de Gibraltar; por las costas gallegas, a las que llega desde pequeñas embarcaciones que se abastecen de barcos situados en alta mar, y desde Andorra. La diferencia entre los tres puntos es que el tabaco de Andorra se fabrica en el pequeño Principado, que sólo hace pocos años que se dotó de instituciones democráticas. Andorra tiene siete grandes fábricas de tabaco en las que, bajo licencia, se manufactura rubio de las marcas Winston, Marlboro, Camel y Lucky Strike. Es un tabaco cuya calidad los expertos no dudan en calificar de ínfima, pero, como Andorra es un paraíso fiscal, no tiene prácticamente impuestos.Las siete fábricas pertenecen a las familias de la oligarquía político-financiera que desde siempre ha controlado los resortes del poder en el pequeño país. Son estos fabricantes quienes abastecen a las grandes, organizaciones contrabandistas de decenas de millares de cajas de rubio.

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Rubio con filtro

En el estanco, el tabaco legal cuesta hoy 350 pesetas. El precio que paga el contrabandista por una cajetilla de rubio andorrano es de unas 100 pesetas, pero esta cantidad puede verse muy rebajada si la partida a comprar es elevada. Esta misma cajetilla es vendida en las calles de Barcelona o Madrid a 300 pesetas. Un margen de negocio muy suculento para fabricantes andorranos y contrabandistas. Mientras, el Estado deja de ingresar cada año más de 125.000 millones por este fraude fiscal.

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