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La coalición de Kohl se niega a facilitar el acceso a la nacionalidad alemana

Pilar Bonet

Pese a sus divisiones internas sobre los derechos de los extranjeros y de los hijos de extranjeros nacidos en Alemania, la coalición gubernamental (los democratacristianos de la CDU, los socialcristianos de la CSU y los liberales del FDP), bloqueé ayer en el Parlamento un proyecto para reformar el derecho de ciudadanía e introducir la doble nacionalidad. En la práctica, la actual ley, que data de 1913, pone numerosas trabas a quien quiera nacionalizarse, aunque lleve largo tiempo residiendo en el país.

La moción rechazada, por 247 votos en contra y 215 a favor, había sido presentada por los Verdes e intentaba obligar a la comisión de Asuntos Interiores del Parlamento a someter al pleno una recomendación para reformar el polémico derecho de ciudadanía. En la reforma se inscribe la propuesta de que los hijos de extranjeros nacidos en Alemania tengan automáticamente derecho a ser ciudadanos alemanes sin tener que renunciar a la de sus padres.A favor de la doble nacionalidad se han pronunciado numerosas organizaciones extranjeras. El derecho a la ciudadanía alemana procede de antes de la Primera Guerra Mundial, concretamente de 1913, y da derecho a la nacionalidad a los adultos que han permanecido 15 años en el país. Igualmente poseen este derecho los jóvenes de entre 16 y 23 años que hayan pasado seis años, en una escuela alemana o hayan vivido ocho años en el país. En la práctica, sin embargo, obtener la nacionalidad resulta complicado.

En 1995, de los más de 313.660 extranjeros que obtuvieron la ciudadanía, tres cuartas partes eran emigrantes de la ex URSS y la mayoría eran de origen étnico alemán. En Alemania residían a fines de 1996 un total de 7,3 millones de extranjeros, más de la mitad de los cuales llevaban una década o más en el país.

Polémica prolongada

La polémica sobre los derechos de los extranjeros y el derecho de nacionalización se prolonga desde hace varios años. A principio de los ochenta, la coalición gubernamental que entonces estaba formada por los socialdemócratas del SPI y los liberales trató de hacer más flexible el derecho de nacionalización, aunque entonces no se hablaba de doble nacionalidad.Hoy, el partido liberal apoya la idea de introducir una doble nacionalidad, pero la Unión Cristiano Demócrata (CDU) se niega a ello. Durante el pasado fin de semana, el canciller Helmut Kohl se expresó rotundamente en contra, aunque existen diferencias sobre el tema dentro de su partido. La situación resulta sumamente delicada sobre el telón de fondo de la campaña electoral, ya que la CDU quiere continuar su coalición con los liberales, que consideran que deben mostrarse fieles a su credo ideológico.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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