Los March venden el 70% del Urquijo al segundo grupo bancario belga por 42.000 millones
El Grupo March anunció ayer la venta del 70% del Banco Urquijo al segundo grupo financiero belga, Almanij-Kredietbank, por 42.000 nifilones de pesetas. La operación, firmada el pasado domingo en Madrid, se realizará a través de la filial luxemburguesa de¡ grupo, que está controlada por 35 familias flamencas. Fuentes del Grupo March manifestaron que destinarán los fondos procedentes de la operación a nuevas inversiones. El Urquijo conservará el equipo directivo, aunque cambiará de presidente, según manifestó su consejero delegado Alfonso Álvarez-Tolcheff
Los March ya han deshojado la margarita. Ayer anunciaron que el nuevo dueño del 70% del Banco Urquijo es el grupo belga Almanij-Kredietbank, después de varios meses de intensas negociaciones con diversos grupos financieros, entre ellos el Sabadell. El precio de la operación es 42.000 millones, dado que ambas partes han valorado el 100% de la entidad en 60.000 rriíllones. La familia March controla el 99,2% del banco y el grupo belga se ha comprometido a ofrecer las mismas condiciones a los propietarios del 0,8% restante.La venta del Urquijo, presidido actualmente por Carlos March, se ha producido tras acometer una reordenación de negocio y reajustar plantilla y tamaño. Esta fase se inició en octubre de 1995, justo con la llegada a la entidad de su actual consejero delegado. En ese periodo, el Urquijo ha pasado de 168 oficinas a 57 (vendió sucursales a Unicaja, Caixa Galicia, Caja Duero y Caja Rural de Almería), en tanto que el número de trabajadores se ha rebajado de 2.000 a 1.250.
"La venta es la culminación de nuestra estrategia. Primero redimensionamos la entidad y la especializamos. Luego, iniciamos una nueva estrategia comercial. Y, por último, llegamos a un acuerdo con un grupo internacional muy importante, que es absolutamente complementario con nuestra nueva actividad", explicó Alfonso ÁlvarezTolcheff.
Esta operación es un paso más en la política del Grupo March de ir agrupando participaciones en grupos o empresas de cierto tamaño. Por ejemplo, son los segundos accionistas del gigante de la distribución Carrefour (con un 5,1%), dueño de Pryca, empresa de la que también tienen una participación. Los March forman parte del núcleo estable del tercer grupo constructor español, ACS, y participan en Airtel, Sogecable y Media Planning, informa Andreu Manresa.
Por ello, la pregunta que circulaba ayer en medios financieros era: ¿Qué harán los March con esos 42.000 millones? Fuentes del grupo aseguran que habrá nuevas inversiones, pero no precisaron en qué sectores.
El Kredietbank Luxembourg (KBL) es el hermano gemelo del Kredietbank (KB) flamenco, un gigante de las finanzas belgas, y ambos son hijos del grupo financiero Almanij, que agrupa a las más adineradas familias, sobre todo católicas, de Flandes.
El KB está especializado en la gestión de patrimonios y juega un relevante papel en el meteórico despegue de la economía del próspero norte de Bélgica, particularmente del sector industrial. Recientemente ha entrado en el capital de Telenet, la empresa flamenca de telecomunicaciones que desafía al antiguo monopolio, Belgacom, y está activamente presente en Tractebel, la compañía eléctrica. Se le conoce como el ancla de la economía flamenca. Su alto grado de rentabilidad obedece a su dinarrusino comercial y a un estricto control de los costes.
Medios financieros belgas subrayan el empeño del grupo flamenco de crear un gran conglomerado transnacional. Apuntan como probables nuevos objetivos las alianzas con la banca agrícola católica flamenca CERA y con el gigante holandés Rabobank. El KB es una entidad muy celosa de su identidad flamenca, que no quedaría mermada por su acercamiento a un banco radicado en Holanda.
Su hermano luxemburgués, el KBL, ha sido objeto de acusaciones públicas de actuar como canalizador o intermediario en el caso del blanqueo de dinero negro de ciudadanos belgas al paraíso fiscal de Luxemburgo. Pero ha salido indemne de ellas. Otra entidad del grupo es el Crédit Général, concentrada en la comunidad francófona belga, aunque figura en ella a mucha distancia del gran portaaviones, la Générale de Banque, la antigua Société Générale de Banque que hace unos años pretendió absorber el financiero italiano Carlo de Benedetti.
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