La contundente derrota del peronismo complica los dos últimos años de Menem en el poder
El partido del presidente argentino, Carlos Menem, sufrió ayer su primera derrota electoral en 10 años de forma tan contundente que superó las previsiones de todas las encuestas y sorprendió a la propia coalición opositora, abrumada con champán y felicitaciones. Las proyecciones de pie de urna sobre los comicios que renovaron la mitad de la Cámara baja., 127 diputados, asombraron a la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR) y a la coalición de centro-izquierda Frepaso (Frente País Solidario), agrupadas en la triunfante Alianza. Arrasaron en la capital federal, cayó en sus manos la determinante provincia de Buenos Aires, tradicional bastión del peronismo, y en el promedio demoscópico se imponían en todo el país.
El peronismo, que Pierde su mayoría absoluta en la Cámara y quedará a unos 12 diputados del quorum propio, encaja un golpe político que trasciende los importantes cambios que sufrirá la actual correlación de fuerzas parlamentarias. Registra un golpe tremendo el gobernador de la provincia más importante del país, Eduardo Duhalde, considerado como el sucesor natural del presidente, Carlos Menem, a quien aspiraba a sustituir tras las presidenciales de 1998. "Es un sueño hecho realidad", se emocionó Alfredo Storani, diputado electo del radicalismo.La dirección del Partido Justicialista (PJ), peronista, conservador, remitía anoche al escrutinio oficial de los sufragios pero asumía su derrota. "El presidente está sereno, como siempre", declaró el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan. El ministro, del Interior, Carlos Corach, comparecía en conferencia de prensa para interpretar las proyecciones a pie de urna, y asumir que el electorado refuerza a la oposición en el Congreso.
Carlos Chacho Álvarez, de la Alianza, habría obtenido en la capital federal, de acuerdo a las distintos proyecciones, el 62,4%contra el 15,3% del candidato oficialista, Daniel Scioli, y el 14% del partido Acción por la República, que lidera el ex ministro de Economía Domingo Cavallo.
En la casa de Gobierno se vivían momentos de zozobra, caras largas, y se confirmaban las sombrías expectativas. El primer candidato a legislador porteño, Octavio Frigerio, admitió que los resultados les llevarán a hacer una autocrítica".
La candidata opositora Graciela Fernández Meijide derrotó a la peronista Hilda Chiche Duhalde en la provincia de Buenos Aires, distrito que agrupa al 37% del electorado, y siempre fue un bastión peronista. Se trata, sin duda alguna, del resultado más llamativo e importante. "Sabíamos que ganábamos en la provincia, pero no tanto. Siento una emoción muy fuerte, muy fuerte", celebró Fernández Meijide.
"La gente votó por la educación, por la seguridad, por el trabajo, por la justicia. Nadie va a poder gobernar en Argentina dándole la espalda a esos grandes temas". El Canal 13 le atribuyó el 49,3% contra el 42,2% de la esposa del gobernador y primer candidato del justicialismo para las presidenciales de 1999. Canal 11 dio a la Alianza el 53,6% contra el 38,4% del peronismo; Canal 9, 48,9% contra 41%; el canal América 2, 52,6%contra el 39,4%, y el oficial Canal 7 concedió la victoria a la Alianza por seis puntos.
Apenas los distintos medios ofrecieron los resultados a pie de urna, la militancia de la oposición tomó las calles céntricas de la ciudad con manifestaciones de alegría, banderas y bocinazos. La dirección de la Alianza no cabía en sí de gozo en una jornada ensombrecida por la hospitalización del ex presidente radical Raúl Alfonsín (1983-89). El diputado del Frepaso Carlos Chacho Alvarez afirmó que el triunfo opositor constituye "un resultado que sorprende a propios y. extraños". El presidente Carlos Menem "tiene que entender el mensaje de las urnas. Hay que saber leer el mensaje de la gente, que es el que el Gobierno no quiere escuchar".
El diputado aliancista Alfredo Bravo se reía: "La gente se cansó de que el gobernador Duhalde inaugurara dos veces la misma obra. La gente se cansó de la prepotencia de la policía, del gatillo fácil, del asistencialismo que no llegaba a todos lados sino a los grupos de preferencia".
El jefe de la opositora y social-democrata Unión Cívica Radical saludó el nacimiento en Argentina de una democracia de consenso. "A partir de hoy empieza una democracia más equilibrada, nadie podrá imponer su voluntad. Se va a tener que consensuar".
Buena memoria
Después de votar, Menem restaba trascendencia a los comicios confirmando las expectativas a la baja del oficialismo. Inasequible al desaliento, con una discutible valoración de las prioridades democráticas, Menem se había manifestado confiado en la buena memoria de sus compatriotas, en la vigencia electoral de los evidentes éxitos macroeconómicos de su administración y de la hiperinflación del gobierno radical (1983-89).'Tamos a hacer una brillante elección a pesar de los ocho años de gobierno dándole duro para poner el país en marcha. Y no nos olvidemos que las candidaturas son nada más que para diputados nacionales, provinciales, y en la provincia de Corrientes, gobernador. Son elecciones atípicas. Muchos piensan que son un paso previo para el 99; yo no creo que sea así", dijo Menem.
Sin regatear promesas ni piropos a su gestión, el jefe de Estado aludió a la cita presidencial. "Vamos a poner las cosas en su lugar, con calma. Aquí se inicia una nueva etapa. Van a ser dos años brillantísimos de mi Gobierno, los dos mejores años. Y Pos resultados de estas elecciones] no van a variar en los más mínimo la situación del país".
