El BNG se propone actuar en la oposición como Gobierno alternativo en la sombra
El Bloque Nacionalista Galego (BNG) desarrollará su oposición al Partido Popular (PP) en el Parlamento gallego en clave de Gobierno alternativo en la sombra. Con ello, su dirección espera forzar a la Xunta y al grupo popular a cambiar sus maneras de llevar la política y hacerlas más democráticas. Los nacionalistas se ven en condiciones de asumir un papel hegemónico en la comunidad en un futuro inmediato. Así, en sus planteamientos no se vislumbra la menor traza de acercamiento al PP.
El Consello Nacional del BNG, reunido el sábado, recabó "la necesidad de disfrutar" de su victoria electoral. "La de nuestros votantes y la de quienes no nos votaron, pero se alegran de los resultados", según sus portavoces Encama Otero, responsable de prensa, y Francisco García, de organización. Xosé Manuel Beiras, su número uno, se encuentra de vacaciones desde el martes.Casi todo fue anteayer un intercambio de complacencias. "La onda expansiva del nacionalismo es un hecho. Nuestros detractores han sido los primeros en expresarlo", afirmó Otero. "Nunca 400.000 votos causaron una transmutación' en la política del Estado como la de ahora", añadió, "y eso hay que disfrutarlo" porque "es una victoria de Galicia" y "el PP tendrá que cambiar sus formas de hacer política para respondemos". "Nunca como en estos días se habló tanto de Galicia, que, al fin, gana su reconocimiento a intervenir plenamente como una comunidad histórica en la política del Estado", abundó García.
El BNG se propone extender el diálogo con la sociedad para imprimirse un ritmo de crecimiento parejo al de su respaldo electoral, que espera consolidar en 1999, en las elecciones municipales y las europeas. "Ese es el reto, para el cual iremos perfilando propuestas de manera que el apoyo electoral se convierta en estructural", dijo García. En ese horizonte, la ampliación y la mejora de medios materiales y humanos se hace imprescindible, "ya que siempre se ha trabajado con grandes limitaciones, prácticamente sólo con el esfuerzo de la militancia".
Dos condiciones
La organización nacionalista reestructurará su organigrama. Los primeros pasos apuntan a consolidar como comisiones estables las que elaboraron su programa de Gobierno. Su dinámica será la de un gabinete en la sombra concentrado en poner en permanente jaque al PP a través de las comparecencias parlamentarias, que el grupo nacionalista no podía solicitar por sí mismo, por no llegar al mínimo de 15 diputados, en las anteriores legislaturas.No se vislumbra el menor acuerdo con los populares. Los nacionalistas les acusan de recibir votos. "robados" por la "coacción". La junta electoral de A Coruña ha desestimado su reclamación de invalidar muchos de emigrantes, pero ahora emplazan a la central.
Antes de escaparse, Beiras dejó sobre la mesa dos condiciones para acudir a la mano tendida expresamente por Manuel Fraga: cese de la censura a los periodistas y retirada del plan autonómico de basuras. Al presidente le pareció disparatado: "Todos saben que yo fui quien eliminó esa censura en España". El BNG sólo considera retórica su oferta de aproximación.
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