El ministro rehúye tanto la desesperanza como la euforia

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, ha repetido a lo largo de su mandato que quiere evitar la "euforia" cada vez que hay un éxito policial contra ETA, pero que también descarta caer en la "desesperanza" cuando los resultados no son tan buenos "en esta lucha, que será todavía larga y difícil".

La Dirección General de la Policía reconoce que su batalla contra los comandos de ETA no arroja los resultados deseables, pese a que algunas unidades antiterroristas han sido reforzadas con más efectivos. En cambio, los mandos policiales no ocultan su euforia por su labor contra los grupos de apoyo a ETA que operan en Navarra.

En lo que va de año, el Cuerpo Nacional de Policía ha desarticulado 14 grupos Y, además de detener a más de un centenar de alborotadores callejeros, causantes de lo que se denomina terrorismo de baja intensidad (quema de autobuses, destrozo de cabinas telefónicas, ataques a bancos y empresas de trabajo temporal). Entre los detenidos está un individuo apodado El Abuelo, de 49 años, al que Interior considera uno de los presuntos jefes de estas organizaciones.

La lucha contra los grupos de violencia callejera en Navarra fue uno de los objetivos prioritarios encomendados el año pasado por el ministro Jaime Mayor a las fuerzas de seguridad. El director general de la Policía, Juan Cotino, y su subdirector general operativo, Pedro Díaz-Pintado, pusieron en marcha un plan consistente en el reforzamiento de los dispositivos- mediante agentes antidisturbios de las Unidades de Intervención Policial (UIP), así como más apoyos técnicos.

El fenómeno de la violencia callejera constituye una de las principales preocupaciones de Mayor Oreja, quien ha impulsado las reformas legislativas que hay en marcha para combatir las contramanifestaciones y los desórdenes provocados por grupos de jóvenes encapuchados.