¿Eso es informar?
Por cuestiones de salud, veo cada vez menos la televisión, fundamentalmente debido a la sensación de vómito que me produce la mayoría de los programas que se emiten a través de Televisión Española Internacional. Por eso no estoy muy al corriente de la programación.Pero recientemente tuve la oportunidad de comprobar, por casualidad, que la miseria informativa y cultural de nuestra caja tonta puede llegar a límites insospechados. Me refiero al programa Digan lo que digan. Un presentador, impresentable por su falta de dominio, anunció un tema jugoso: la educación sexual, y unos invitados -entre los que destacaba el doctor Cabeza-, con la profesionalidad y facilidad de palabra que les caracteriza, utilizando expresiones tan técnicas como "no se le pone dura" o "no se le levanta", me produjeron tales náuseas que tuve que interrumpir varias veces la contemplación de semejante obra de arte para poder aguantar hasta el final. Se está intentando tratar -y desgraciadamente no sólo en ese programa, sino casi de forma general- temas de actualidad, dándole audiencia a todo aquel, profano o no en la materia, analfabeto o culto, sensato o insensato, que tenga el desparpajo de hablar frente auna cámara aunque sólo seas para decir simplezas, sin pararse a pensar si esa opinión es de alguna relevancia en el análisis del tema en cuestión.¿A eso se le llama informar? ¿Se pretende así subir el nivel cultural y la capacidad de razonamiento de algunos, educamos o volvemos idiotas a todos? Y otro aspecto importante: ¿es que estamos tan orgullosos de esa basura que incluso nos permitimos el lujo de ponerla a disposición del extranjero para que, entre otros, nuestros idolatrados europeos, a los que con tanto ahínco nos queremos equiparar, sean conscientes de la degradación a la que hemos llegado? Claro que, con un poco de suerte, pueden pensar que ése es el estado de analfabetismo general del que nunca hemos salido, a pesar de intentarlo desde hace unas cuantas décadas.Independientemente de ello, creo que lo mejor para mi estómago es que tire definitivamente el trasto éste antes de que deje de saber distinguir y empiece a encontrar la ordinariez y la vulgaridad, el descaro y el analfabetismo como algo normal e incluso gracioso- .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.