El billete único para el metro y el autobus arranca en pruebas

"Será un orden desordenado Las líneas se irán incorporando según valore la EMT. No hay un orden que se pueda explicar racionalmente", afirmó el consejero. De momento, se sabe que los primeros conejillos de Indias del experimento serán las líneas 26 (Tirso de Molina-Diego de León), 73 (Canillas-Diego de León) y 133 (Callao-Mirasierra).El metrobús, que sí será operativo en toda la red del metro desde el primer día, tiene un formato similar al actual billete de 10 viajes y se podrá adquirir en las taquillas de todas las estaciones del metro, máquinas expendedoras instaladas en los vestíbulos de las mismas, en los 22 puntos de venta del bonobús que tiene instalados la EMT, así como en las cabeceras y finales de líneas de esa empresa y en los estancos y quioscos de prensa. Su precio será idéntico al bono actual para 10 viajes (660 pesetas) hasta que en enero se revisen, como cada año, las tarifas.

Según datos del Consorcio Regional de Transportes, el 30% de los trayectos en el transporte público madrileño se rea, liza con ese tipo de bono, lo que representa 300 millones de viajes al año. Luis Eduardo Cortés afirmó ayer que con el metrobús aumentará con el tiempo la cifra de usuarios adscritos al abono de 10 viajes.

El consejero explicó también que se va a utilizar, según el número de viajes para el que se expenda el billete, distinto tipo de cartón. Se pretende evitar que el metrobús se deteriore excesivamente o que las máquinas canceladoras se atasquen si se usa para los billetes de un solo trayecto (que no desaparecen ni en el metro ni en la EMT) un cartón demasiado duro.

La adquisición de las 1.850 nuevas canceladoras que se van a instalar en los autobuses ha supuesto un desembolso de 767 millones de pesetas. Estas máquinas están preparadas para picar tanto los billetes habituales como los abonos de transporte mensuales y anuales, ya que de manera progresiva será obligatorio, como se hace en el metro, pasar ese tipo de abonos especiales por la canceladora.

Esta medida puede provocar tardanzas y aglomeraciones, sobre todo en las horas punta, en las paradas donde se acumula mayor número de viajeros, pero su adopción es necesaria para poder repartir los ingresos de manera exacta entre el metro y la EMT. Ahora, el reparto se hace mediante cálculo estadístico.

Los aspectos económicos han sido precisamente uno de los factores que han retrasado la puesta en marcha del billete único. Temeroso de perder el control sobre los ingresos del bonobús, José María Álvarez del Manzano llegó a decir que el billete único no era "una demanda social importante", sino "una cuestión irrelevante para el ciudadano". El Ayuntamiento no ha cedido en sus recelos hasta conseguir que las cuentas entre el Consorcio y la EMT se salden cada 15 días.