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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Inocente confianza

Quiero compartir con todos los lectores un hecho que me sucedió en la madrugada del sábado, alrededor de la 1.40, en una calle situada en Alcorcón.Regresaba de la casa de unas amigas cuando en una calle, al girar a la derecha, el semáforo estaba en rojo, y a dos metros, en una pequeña rotonda, también el semáforo se encontraba en ese mismo color.

Como no conozco esa zona, mientras. miraba si tenía que girar a la derecha o a la izquierda para tomar la dirección a Madrid, me salté el primer semáforo y paré en el posterior, dos metros más adelante, con tan mala suerte que a mi izquierda se detuvo un coche de la policía urbana.

Perdonen esta regresión, pero cuando yo era pequeña siempre me habían hablado de la amabilidad de los policías, que estaban en el mundo para defendernos de los malhechores, que velaban por nuestra seguridad, que nos ayudaban a encontrar una calle, en fin, que con ellos siempre nos sentíamos cuidados.

Nada más lejos de aquella inocente confianza de la infancia.

He tenido, con éste, seis percances en mis diecisiete años de conductora. Uno, con un taxista, y el resto con los mencionados cuerpos de seguridad. Debo estar gafada: ésta es la única explicación que veo.

No justifico el no detenerme ante el semáforo, pero creo que somos humanos y cometemos errores, que creo permisibles siempre que no arriesguemos las vidas ajenas ni la nuestra propia.

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Tampoco quiero evitar que los policías requieran mi atención, pero lo que no soporto es la falta de respeto y el maltrato. Estos dos policías, después de saltarse el primer semáforo, me dijeron: "¿Qué es eso, es que no ve en que color está?". Les respondí que no me había dado cuenta, que mientras dudaba en qué dirección dirigirme sucedió tal hecho. Me respondió uno de ellos que no se lo creía, mientras el otro colocaba en el techo de su automóvil las sirenas. A continuación, de forma muy impertinente, pitaron al coche de delante diciéndole que arrancara de una vez o se apartase, ya que también este semáforo estaba cerrado.

Quiero pensar que se dirigían hacia alguna urgencia, porque ¿Con cuál de los derechos estos señores pueden obviar las señales y los demás somos requeridos por ello y, por supuesto, en el 90% de las ocasiones multados?

¿Qué autoridad y privilegios les amparan y, sobre todo, en qué manual han aprendido educación y respeto hacia los seres humanos? ¿Por qué siempre me hacen sentirme nerviosa e insegura?

Mi indignación y mi cabreo hacia estos señores uniformados que se esconden tras un halo de autoridad desmedida.

¿Dónde estaban tres horas antes? ¿En la autopista de Extremadura dirección a Madrid, para intentar Solucionar las caravanas de vehículos que, imagino, se dirigían hacia la inauguración del ,teatro Real?-

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