Inexactitudes

En el artículo publicado en EL PAÍS del pasado 1 de octubre, titulado China recupera a Confucio para reforzar sus raíces orientales frente a Occidente, aparecen algunos errores de calibre:1. Es imposible que Zhou Enlai, primer ministro durante el periodo maoísta, acudiera a la plaza de Tiananmen durante las manifestaciones de 1989, pues había fallecido tres años antes. Quizá la autora le haya confundido con Zhao Ziyang, entonces secretario general del PCCh, perteneciente a su ala reformista y depurado tras los disturbios por considerársele demasiado tolerante con los estudiantes.

2. No es exacto afirmar que, tras 1989, China diese marcha atrás a su apertura, pues las reformas económicas prosiguieron, a pesar del cierto estancamiento (que no retroceso) de las inversiones extranjeras directas inmediatamente después de los eventos de 1989.

3. La relación que la autora considera evidente entre Confucio y la planificación estatal a largo plazo es, cuanto menos, cuestionable. El único vínculo que podría existir entre ambos sería la dependencia de los trabajadores con respecto al Estado, dado el carácter paternalista comúnmente asociado con un sistema económico de planificación, que en última instancia podríavidentificarse con la piedad filial confucionista.

Debido al todavía frágil conocimiento existente que hay en España sobre la realidad china, sería conveniente no incurrir en errores de este tipo. Un periódico de la calidad de EL PAÍS debería incluir artículos más precisos y fieles a la realidad.- .