"La subida del BNG le gustaría mucho a Fraga"

Abel Caballero, nacido hace 51 años en Ponteareas (Pontevedra), es catedrático de Estructura Económica, como su antiguo profesor universitario y en este momento rival electoral Xosé Manuel Beiras. De su periplo de cinco años por prestigiosas universidades británicas le queda el recuerdo de haber trabajado junto a tres premios Nobel en Cambridge, y el deseo de que las próximas generaciones de gallegos no tengan que emigrar para triunfar o para recibir una buena educación.Pregunta. Ha dicho que si Fraga es derrotado, usted intentará gobernar con acuerdos únicamente parlamentarios con el BNG. ¿Y si Fraga vuelve a ganar?

Respuesta. Tengo la absoluta convicción de que tras estas elecciones nadie tendrá mayorías absolutas en Galicia, porque van a ser derrotadas por la propia ineficacia de los que la tuvieron hasta ahora; una enorme mayoría absoluta que acabó en el mayor fiasco de Galicia, y por eso no se va a volver a repetir nunca más.

P. ¿Pero estaríamos entonces, desde su punto de vista, ante el mismo dramático escenario que en 1993?

R. Por qué no le pregunta al PP qué les va a suceder si pierden. Nosotros estamos más unidos que nunca, con enormes. apoyos y en una situación francamente buena. Si en el PP ya tuvieron cuchillos antes de las elecciones imagínese cuando pierdan.

P. Adquiera aquí tres compromisos tanto para el caso de que Fraga gane, de que su coalición quede como segunda fuerza y de que el Bloque les desplace como primer partido de la oposición.

R. La última opción es tan poco realista que no vale la pena ni contemplarla. El escenario es que vamos a ganar. Aquí se respira un clima político y electoral de enorme apoyo a mi coalición. Lo decía el otro día Belloch: esta campaña es otra cosa. Y como en política la lógica funciona, algo querrá decir que aquí y fuera, por primera vez la atención está centrada en nosotros, en nuestro programa. Mis tres compromisos para mi primera semana en el Gobierno son: un programa de empleo de forma inmediata; un recurso de inconstitucionalidad contra el sistema de financiación del 30% del IRPF y un programa de reforma educativa.

P. Imagínese que ya es el 20-0 y usted va a presidir la Xunta. ¿Incluirá a independientes, a ecologistas? ¿Estará Beiras como vicepresidente?

R. De ningún modo habrá un vicepresidente del BNG, porque no habrá un gobierno de coalición. Habrá conselleiros del PSOE, ecologistas e independientes, porque queremos reflejar que esta coalición representa algo más amplio que sus tres siglas actuales. Serán todos gallegos, y con algunos ya hablé.

P. ¿Cómo será la relación de la coalición con el BNG, tanto si gobiernan como si quedan en la oposición?

R. Estrictamente política. Nosotros presentaremos proyectos en el Parlamento, sobre la ESO, inversiones, etcétera, y ellos verán si los apoyan o no. Exactamente igual que Pujol en Cataluña.

P. Usted admite ahora, incluso con cierta furia, que si una coalición como la que encabeza se hubiese formado hace dos años en España, Felipe González seguiría en La Moncloa.

R. Esto está hecho y diseñado para Galicia y para estas elecciones, pero determinará el futuro del centro izquierda y de Galicia. Hemos tomado una decisión en Galicia que ha conmocionado los cimientos de la política de aquí y de España. Y estoy orgulloso de ello. El impacto superó lo que preveíamos. Somos el centro de atención de toda España, Y aunque es clave lo que suceda aquí, va a tener una enorme importancia fuera de aquí, como se ve ya que han cambiado las cosas en Extremadura, Castilla-La Mancha, Cataluña y Madrid. Y desde luego sigo diciendo que si esto se hubiera hecho hace dos años en España Felipe González seguiría gobernando.

P. ¿Acepta que quizá tanto usted como Anxo Guerreiro, líder de Esquerda Galega, no midieron bien cuál iba a ser la reacción de Anguita al enterarse por terceros del pacto entre el PSOE e IU en Galicia?

R. Ni medí ni dejé de medir. A mí me daba igual lo que dijera Anguita porque yo hice el pacto con Esquerda Unida-Esquerda Galega. En Galicia, IU no existe. Para nosotros lo que Anguita dijera era simplemente irrelevante.

P. ¿Puede ser que al PP, a Fraga y a Aznar, les interese más en Galicia una oposición liderada por su coalición que por el BNG para no reproducir aquí el modelo reivindicativo de los nacionalismos vasco y catalán?

R. Somos el centro de los ataques y mentiras del PP. Por algo será. Saben que somos nosotros los que les vamos, a echar del Gobierno.

P. ¿Por qué Fraga rechaza, en realidad, un debate con usted? Puesto que cabe imaginar que no es por miedo ¿es porque no lo necesita para ganar?

R. Miedo sí tiene. Y el que está seguro de lo que hace en un debate siempre tiene que ganar. Lo que sucede es que él sabe que pierde por goleada, y por eso es la primera vez en su vida que dijo que no a un debate, porque no puede defender su gestión, no tiene proyecto. Me consta, porque me lo han trasladado los organizadores, que en el PP lo discutieron a fondo y le convencieron de que no lo hiciera porque no aguanta un debate conmigo.

P. ¿Qué le hace recelar más de Beiras: su carisma arrollador o los nacionalismos radicales que puedan ocultarse tras su depurado estilo?

R. No me interesa nada ni del Bloque ni de Beiras.

P. Peto una subida del BNG ¿podría trastocar muchos planes aquí y en Madrid?

R. La subida del Bloque le gustaría mucho a Fraga y a Aznar y, por eso, le dan oxígeno, pero no es la realidad. La gente sabe que lo eficaz es que gobernemos los socialistas, porque somos los que vamos a confrontar con Pujol, Arzalluz y Aznar, que son los que están imponiendo el modelo de sanidad ' de financiación autonómica y la reducción de inversiones para Galicia.

P. Usted se autopostuló el primero, hace un año, como candidato socialista. ¿Era algo con lo que siempre había soñado o le convenció alguien?

R. De pequeño no soñaba con esto, porque no había autonomías. Fue una decisión que medité mucho y que tomé yo sólo, especialmente por la decadencia económica de mi tierra. No me autopostulé, dije que competiría en unas primarias con mi candidatura y ya no hubo otra.

P. Sus adversarios no han atacado su programa por malo sino quizá por demasiado ambicioso, y ustedes se presentan con una coalición innovadora y cohesionada. Entonces ¿qué hace que las perspectivas sean tan malas para ustedes?

R. Son las mismas perspectivas que daban a Felipe González por hundido hace año y medio, y luego ya se vio lo que pasó.

P. A lo peor resulta que si usted gana es contraproducente porque el "Gobierno amigo" de Madrid las vuelve a parar.

R. No, es que ya las tiene paralizadas. Peor ya no puede ser. No hay un sólo camión trabajando entre Vigo y Ourense, y le garantizo que con nosotros se van a poner en marcha en el plazo previsto.

P. Si la ola de progreso y de olivos que baña Europa no llega el próximo domingo a Galicia ¿habrá que preguntarse por qué somos diferentes o se podría pensar en algún error interno?

R. Y si llega ¿qué nos preguntamos? ¿No será que somos, por primera vez en la historia de Galicia, los pioneros de España?

P. Aquel pecado original del efímero gobierno tripartito del socialista Fernando González Laxe con cinco tránsfugas del PP ¿está ya redimido ante el electorado?

R. Aquel pecado original fue el Gobierno más brillante y que más cosas hizo en la historia de Galicia. Fraga aún se está aprovechando de aquellas inercias.

P. Telegráficamente, ¿cuáles son las diferencias más atractivas entre su oferta y la de Fraga?

R. Todo, todo. Es una distancia sideral. Primero, en la forma. Ahí están los tintes autoritarios de Fraga cuando dice eso de "vamos a arrasar", y no dice "vamos a convencer". Y en el fondo, todo será un cambio radical. Acabare mos con ese despilfarro de recursos millonarios a fiestas, romerías y caciquismos propios de la prehistoria, y los dirigiremos a sacar al país adelante. En vez de 12.000 millones a la telegaita [Televisión autonómica de Galicia] y 8.000 millones a subvencionar a los medios, nosotros haremos carreteras e institutos. Y, sobre todo: resta blecer la plenitud de la democracia en Galicia, que está cercenada.