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Patrimonio exige a Sarasola que repare los daños del hipódromo

Patrimonio Nacional ha dado un mes de plazo a la sociedad Hipódromo de Madrid, cuyo principal accionista es Enrique Sarasola, para que "subsane" los daños ecológicos causados durante los últimos años en este recinto, catalogado de especial protección. "Pinos piñoneros de gran valor enterrados, escombreras que asfixian coníferas, desaparición de una pista antaño dedicada al entrenamiento de caballos, riesgo de incendio por la existencia de hierba seca...". Éstas son algunas de las deficiencias que deberá solventar el hipódromo en 30 días.

La orden de Patrimonio Nacional, propietario del recinto en el que se levanta el hipódromo madrileño, tiene fecha del pasado 9 de octubre, y la firma Joaquín del Pozo López, gerente del consejo de administración de este organismo.La necesidad de "subsanar' el deterioro que sufre el hipódromo se sustenta en un informe de la Fiscalía de Medio Ambiente elaborado por la Brigada Ecológica del Ayuntamiento madrileño. Esta brigada giró una visita al recinto a finales del pasado mes de septiembre a raíz de una denuncia de la Asociación de Entrenadores de Caballos.

El informe elaborado por esta brigada alude, entre otros daños y deficiencias, a la: existencia en el recinto de "vertidos de tierra que alcanzan los dos metros de altura" y a los claros "síntomas de falta de conservación de su arbolado".

"En líneas generales", concluye el informe, "se puede decir que el mantenimiento y conservación de los ejemplares botánicos y zonas ajardinadas del recinto es muy deficiente".

Los aspectos que deberá subsanar" el hipódromo dentro del plazo fijado son, literalmente, los siguientes: "a) desaparición de la pista de entrenamiento de forma triangular (...) delimitada por la N-VI, la carretera de la Playa y la recta de las Perdices; b) enterramiento de la alineación de pinos piñoneros que flanqueaban uno de los lados de la pista desaparecída; c) restauración y, revegetación de todo ese espacio; d) mayor cuidado en general de la finca, donde han desaparecido árboles singulares y en la que ahora existen depósitos de residuos y escombros [ilegales] en diversas partes de la finca; e) posible modificación del área definida como conjunto histórico-artístico". Transcurrido el plazo, el hipódromo deberá informar a Patrimonio Nacional "sobre el grado de ejecución" de lo encomendado y las medidas encaminadas a evitar nuevos daños.

Patrimonio ha dado esta orden tras recibir un escrito de la Fiscalía de Medio Ambiente en el que se le recuerda que la vigilancia de la conservación del monte de El Pardo, en cuyas inmediaciones se enclava el hipódromo, forma parte de sus competencias. Al respecto le recuerda las cláusulas sexta y octava, entre otras, del contrato mediante el que arrendó la explotación del recinto a la sociedad Hipódromo de Madrid.

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La cláusula sexta especifica: "Los arrendatarios se obligan al mantenimiento y conservación del recinto", y los gastos que ello genere "serán de su .cuenta". La cláusula octava dice así: "Se prohíbe a la sociedad arrendataria cualquier acción que afecte al entorno natural, y concretamente a la tala de todo arbolado autóctono con más de 10 años de edad (encinas, enebros, sabinas, robles ... ), sin contar con autorización previa del arrendador [Patrimonio Nacional]".

En caso de autorizarse la tala de alguno de estos árboles, el arrendatario tiene la "obligación de plantar cinco unidades por cada unidad talada".

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