El Polisario garantiza que los marroquíes podrán vivir en un Sáhara independiente

Sea cual sea el resultado del referéndum sobre la autodeterminación del Sáhara occidental, previsto para dentro de un año, "resolverá la cuestión de soberanía que está en el origen del conflicto de los saharauis con Marruecos". Así lo manifestó el presidente saharaui, Mohamed Abdelaziz, en unas declaraciones a EL PAÍS efectuadas en los campamentos de refugiados de Tinduf, en el desierto del sur de Argelia. Abdelaziz asegura que si, como confía, el resultado de la consulta le es favorable, no habrá expulsión de ciudadanos marroquíes.

"Ofreceremos nuestra hospitalidad y nuestra generosidad a los marroquíes que se encuentran en el Sáhara occidental para trabajar y no están relacionados con la ocupación y la anexión", garantiza el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), antes de precisar que esta oferta no se extenderá a quienes "interfieran en nuestros asuntos internos y cometan actos que afecten a la soberanía".El plan de paz de la ONU que Marruecos y el Polisario se han comprometido a aplicar prevé qué hay que hacer el día siguiente de la consulta. "Si el resultado es favorable al pueblo saharui, las Naciones Unidas van a supervisar la retirada de las tropas y de la administración marroquí. Si es a favor de los marroquíes, las Naciones Unidas tienen que desarmar a los combatientes saharauis", explicó Abdelaziz.

Cualquiera de las dos posibilidades abrirá, sin embargo, nuevos problemas, entre los que destaca el del reasentamiento de los 200.000 saharauis que llevan 22 años en el exilio. La pregunta dará a escoger entre independencia o integración en Marruecos. Por lo tanto, "el referéndum va a decidir quién tiene la soberanía sobre el territorio", zanja la cuestión Abdelaziz.

Para llegar al referéndum hay que resolver antes el espinoso problema del censo electoral. Ahora no hay posibilidad de vuelta atrás, en opinión de Abdelaziz, porque en las conversaciones directas que ambas partes han mantenido bajo los auspicios del ex secretario de Estado norteamericano James Baker se han comprometido firmemente a aplicar el plan de paz. "La comunidad internacional no va a permitir que una de las partes siga con sus maniobras para no aplicar la legalidad internacional", afirma. Abdelaziz pide también que España, que en 1991 apoyó el plan de paz de la ONU, se involucre ahora para que el referéndum pueda ser "libre, justo, transparente y democrático".