El 80% de los británicos quiere despenalizar el hachís con fines médicos o de consumo

El 80% de los británicos está a favor de despenalizar el uso del hachís para fmes médicos o consumo personal, según una encuesta publicada ayer por el diario The Independent. Culmina así una campaña abierta a finales de septiembre por el diario, a la que se han ido adhiriendo centenares de significativos personajes de la medicina, la cultura, la Administración, las iglesias, el Parlamento y la policía, además de miles de lectores, Entre los famosos, escritores como Martin Amis o Harold Pinter y músicos como Paul McCartney. En el propio Gobierno hay opiniones encontradas.

Según la encuesta, realizada por el Instituto Mori, el 45% quiere que se despenalice la droga para fines médicos, en especial para aliviar el sufrimiento de los enfermos. El 35% estima que debe autorizarse para consumo personal. Sólo el 17% está conforme con la ley vigente, que prohíbe totalmente el consumo del hachís.Hace 15 días hubo en el Hyde Park londinense una manifestación de 300 personas por la despenalización, y llegaron a fumar canutos ante la impasibilidad de los policías.

En el Gobierno hay discrepancias. El ministro del Interior, Jack Straw, niega cualquier posibilidad de despenalización. Straw sostiene que legalizar las drogas sólo contribuye a fomentar el uso. Frank Dobson, ministro de Sanidad, por el contrario, prefiere matizar algo más el asunto, y ha anunciado que estudiará las posibilidades médicas. El pasado jueves afirmó en un debate televisivo que analizará la perspectiva de autorizar la prescripción de hachís con fines curativos. Sus supuestas propiedades terapéuticas para algunas enfermedades de desarrollo lento, como la esclerosis múltiple o incluso para paliar el dolor en ciertos cánceres, merece según él mayor atención.

Su colega Ann Taylor, portavoz ante la Cámara de los Comunes mientras, ha provocado más de una sorpresa al visitar estos días los cafés de Amsterdam donde dicha droga se vende libremente para uso privado. "La gente saca conclusiones erróneas. No es que el Gobierno laborista vaya a legalizar el hachís. Ann Taylor acudió a uno de esos establecimientos para informarse". Así han. explicado los portavoces de la también presidenta del subcomité ministerial dedicado a la droga el insólito itinerario del viaje holandés. Taylor quería familiarizarse con los métodos adoptados al respecto en otros países y decidió trasladarse asimismo a Francia. Cuando exponga sus conclusiones ante sus compañeros de gabinete, dos de ellos la escucharán con suma atención por distintos motivos.Debate público

Lord-Bingham of Cornhill, presidente del Tribunal Supremo y el magistrado de mayor rango en Inglaterra y Gales es partidario asimismo de fomentar un debate público al respecto. "No apoyo la despenalización pero creo que el uso de las drogas blandas merece un análisis objetivo, independiente y ponderado", ha señalado sumándose a las ya agitadas discusiones.

Antes de que sus extremos se aclaren del todo deberán producirse dos nombramientos. El Gobierno laborista espera anunciar esta semana el nombre de los dos zares de la droga que encabezarán una campaña institucional sobre el particular.

El primero cuenta por ahora con el apoyo de todos. Se trata de Keith Hellawell, comisario jefe de la policía del este de Yorkshire. Es uno de los expertos británicos en la lucha contra la droga y coordinaría a los agentes sobre el terreno. El otro nombre del dúo no ha sido hecho aún público. De su retrato robot se desprende la necesidad de que conozca el mundo de las prisiones y el tratamiento de los drogadictos.

Con su designación llegará también la presentación de los objetivos de un nuevo plan nacional contra la droga elaborado por el Gobierno. La propia Ann Taylor lo hará público. Será el último acto oficial, por ahora, de un debate ni mucho menos cerrado.