Un premio a la diplomacia no gubernamental
Cuando hace seis años se creó la Campaña para la Prohibición Total de las Minas (ICBL), las organizaciones promotoras nunca hubieran podido imaginar que en tan pocos años conseguirían un apoyo tan unánime como el que han obtenido. ¿Cuál ha sido el secreto?La campaña ha puesto en práctica y con gran habilidad lo de "la unión hace la fuerza", buscando el apoyo inicial de. numerosas ONG de todos los continentes, creando coordinaciones a nivel de cada país y dando libertad para que en cada uno de ellos las ONG combinaran el trabajo de sensibilización ciudadana con el de presión política, y con el propósito de incidir simultáneamente en dos niveles: el interior, para que cada Estado adoptara medidas para prohibir la exportación y fabricación de minas; y el exterior, para sumar esfuerzos que pudieran converger un día en la firma de un tratado internacional.
La campaña ha dado visibilidad a las minas, mostrado al mundo los horrores de su uso. Las más de mil ONG que se han movilizado durante estos anos contra las minas han conseguido también algo esencial para llegar hasta donde han llegado: la complicidad. Complicidad de los medios ¿le comunicación, de las revistas del corazón, de artistas, de Iglesias, incluso de varios organismos internacionales, y de infinidad de personas de a pie, que han protestado de mil formas para mostrar su indignación y repulsa hacia las minas. Ese complot cívico se transformó, al cuarto año de campaña, en una auténtica diplomacia paralela, en un impulso social de, gran legitimidad, que había de incidir en las políticas gubernamentales. Y es así como muchos gobiernos han escuchado la voz de, las ONG, tomando medidas unilaterales.
Esta campaña ha mostrado también muchas otras cosas. Una es que los organismos internacionales pueden y deben compremeterse en este tipo de cuestiones. También ha quedado patente que las ONG pueden colaborar muy eficazmente con estos organismos cuando hay objetivos compartidos, y que para avanzar se necesita también la complicidad de algunos parlamentarios, sean del partido que sean, y en España esto ha sido uña realidad muy positiva. Otra lección ha sido la de la cooperación entre las organizaciones, sin protagonismos, luchando por una causa común, incorporando en su quehacer temáticas que van a las causas de los conflictos.
Este es también el estilo de campanas que van en paralelo a la de las minas, como la de conseguir que el comercio de armas no sea secreto y descontrolado, o que se prohiban todas aquellas armas que tienen efectos indiscriminados.
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