Protesta en Kosovo

La vida cotidiana de la población albanesa en Kosovo se caracteriza, desde hace una década, por el apartheid institucionalizado. Los ejemplos de violencia sobran. En esta ocasión deseamos advertir sobre el atropello de uno de los derechos humanos elementales: el derecho a la libre enseñanza en lengua materna.Desde agosto hasta septiembre de 1990, el Parlamento de Serbia abolió todas las instituciones de enseñanza y educación en idioma albanés; impuso medidas coercitivas en la mayor parte de las escuelas, lo cual perjudicó a cerca de 300.000 alumnos y alumnas de la enseñanza elemental y a 70.000 de escuelas medias; 18.000 han sido licenciados colectivamente; hasta el comienzo del año escolar 1992-1993, en la mayor parte de las escuelas ha sido dividido estrictamente el espacio escolar; han sido expulsados los alumnos y alumnas albaneses; desde 1991, casi no existe ninguna escuela elemental o media en albanés que no haya sido allanada: la policía hace interrogatorios al profesorado, a los alumnos, razias en las escuelas del sistema paralelo. A partir de 1991, con brutal fuerza policial, han sido expulsados de la Universidad cerca de 1.000 profesores, 200 empleados de la Administración y más de 27.000 estudiantes albaneses.

En reiteradas ocasiones hemos manifestado nuestra protesta contra la política del régimen serbio en Kosovo. Como grupo abogamos por la solución no violenta de todos los problemas y conflictos, apoyamos las acciones no violentas por las que ha optado desde hace tiempo el pueblo albanés en Kosovo como respuesta ante la represión del Estado. Una de las formas de la no violencia activa es el sistema escolar paralelo / alternativo. Sin embargo, las condiciones en que se realiza son extremadamente desfavorables, de manera que la demanda de los estudiantes de querer volver a los edificios públicos consideramos que es más que justificada.-