Varapalo por carta del PP andaluz al alcalde de Granada por sus críticas públicas a Arenas

El secretario general del PP de Andalucía, los ocho presidentes y los ocho secretarios provinciales han firmado una ácida carta enviada por mensajero al alcalde de Granada, Gabriel Díaz Berbel, el pasado 26 de septiembre, en la que le recriminan sus declaraciones públicas sobre la situación interna de la organización y su forma de entender el partido. El alcalde granadino manifestó en septiembre pasado, en un acto al que asistió Aznar, que al PP andaluz le falta cohesión y que su presidente, el ministro de Trabajo, Javier Arenas, pasa poco tiempo en la comunidad autónoma.

La misiva destila ironía en cada una de sus líneas y, pese que aparecen apelativos afectuosos del tipo "querido Gabriel" y una aparente despedida cariñosa -"recibe un fuerte abrazo, de tus amigos"- supone un fuerte varapalo al singular alcalde granadino, al que sus propios compañeros de partido le instan a despejar los rumores -"que consideramos absolutamente infundados", precisan sobre que todos sus actos están ordenados por el vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos.La carta fue entregada en mano a Gabriel Díaz Berbel en su domicilio de Granada una semana después de sus polémicas declaraciones en un acto con 500 cargos públicos del PP de Andalucía, al que asistió el presidente del Gobierno, José María Aznar. Berbel afirmó en el mitin, celebrado el 19 de septiembre, que echaba en falta un partido "fuerte y unido en Andalucía". Esta frase fue dirigida inequívoca y expresamente al presidente del PP andaluz y ministro de Trabajo, Javier Arenas, a quien se quejó amablemente de que pasara poco tiempo en la región.

Llamada de atención

Sus palabras cayeron como una bomba entre los dirigentes conservadores y fueron algunos de los presidentes provinciales los que pidieron al secretario regional del partido, Juan Ojeda, una llamada de atención al polémico alcalde. En la carta, los máximos dirigentes provinciales muestran su "disconformidad" con los planteamientos expresados públicamente por Díaz Berbel y dicen que no "comparten" su apreciación de que el PP ni es fuerte ni está unido. También le recriminan su no asistencia a las reuniones internas y su individualismo en su actuación política.Esta última crítica está redactada así: "Tampoco podemos compartir contigo tu modelo de partido, probablemente muy americano pero alejado de la nuestra realidad y nuestras necesidades". También dicen "no compartir" sus valoraciones sobre el papel de Javier Arenas como presidente del PP de Andalucía.

En el párrafo final de la carta los dirigentes provinciales le piden que desmientan que sus palabras y actos responden a órdenes de Alvarez Cascos: "Nos gustaría que contribuyeses a despejar ciertos rumores, que nosotros consideramos absolutamente infundados, ya que según comentan van diciendo que todos tus actos responden a instrucciones que te da el secretario general del partido, nuestro querido Alvarez Cascos, intentando abrir una brecha entre dicha dirección nacional y nuestra organización regional".

La carta, que fue autorizada por Arenas, fue también enviada a Aznar, a Álvarez Cascos y al coordinador del PP, Ángel Acebes.

Díaz Berbel declinó ayer hacer cualquier comentario sobre el contenido de la carta. No obstante, personas cercanas al alcalde explicaron que quedó estupefacto cuando se enteró que su existencia había trascendido a los medios de comunicación.

El alcalde de Granada recibió hace dos semanas una llamada de la dirección regional del partido en la que le avisaban que un día después iba a recibir una carta "muy importante". Su interlocutor le pidió incluso que no abandonara su domicilio hasta que el motorista le hubiera entregado en mano la misiva. Díaz Berbel comentó a sus colaboradores la contradicción entre las molestias que se tomaron para que recibiera la carta y la posterior filtración.

Díaz Berbel también ha comentado que es incierto que la amonestación que hizo a Arenas le hubiera sido sugerida por Alvarez Cascos, como se desprende del último párrafo de la carta que se refiere a ciertos rumores según los cuales el alcalde atribuye "todos" sus actos a "instrucciones del secretario general".