La coalición pide protección ante los 'ultras'
Tras veinte años de querellas que no fueron más allá de las ligeras molestias de tener que bajar a Madrid a declarar y algún que otro proceso que se saldó con penas simbólicas, todo cambió el pasado mes de febrero cuando los dirigentes de la coalición decidieron echarle un pulso al sistema judicial y se negaron a presentarse a las citaciones del juez instructor para declarar ante el Supremo.Para su sorpresa, el instructor, José Manuel Martínez-Pereda, ordenó la detención de todos los que no se presentaron y los fue enviando a prisión a medida que se iban negando a pagar las Fianzas de cinco millones de pesetas que les impuso para permanecer en libertad provisional. Por parejas o en tríos, los integrantes de la Mesa Nacional fueron ingresando en prisión. Mientras, la gira europea de Karmelo Landa, Mati Iturralde y Joseba Álvarez para acaparar adhesiones en Bruselas se saldaba con un resonante fracaso.
Tras algunas semanas de experiencia carcelaria, los dirigentes de Herri Batasuna aprovecharon a mediados de abril una rebaja de las fianzas a 500.000 pesetas para apresurarse a pagarlas y salir en libertad. Atrás quedaba su rotunda negativa a someterse a las resoluciones de los "tribunales del Estado español".
Desde hace algunos días, la tensión ha ido subiendo de punto. La coalición dirigió una carta al presidente de la Sala de lo Criminal del Tribunal Supremo, José Augusto de Vega, en la que demandaba protección ante una posible actuación de grupos ultraderechistas. Este último fin de semana, en Madrid se han distribuido cientos de carteles contra ETA y HB. En ellos se hace un llamamiento a los madrileños para que acudan al juicio y demuestren su "repulsa" a la coalición abertzale.Ya durante la instrucción de la causa, decenas de jóvenes ultras se concentraron ante el Supremo y lanzaron huevos a los abogados de Herri Batasuna. Posteriormente, en varias calles aparecieron pintadas convocando a la concentración ante el Supremo con el lema "¡A por ellos!", expresión que se coreó en la manifestación multitudinaria de Madrid tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, aunque se hizo con una apelación expresa a la utilización de métodos democráticos para combatir el terrorismo.
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