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ELECCIONES EN GALICIA

El desánimo invade la campaña de los anguitistas

Hay buena voluntad. Y la escasez de medios y las carencias de todo tipo se suplen con el esfuerzo. Pero la campaña de Izquierda Unida no se está desarrollando en las condiciones que una asamblea eufórica había pronosticado el 13 de septiembre. Dirigentes de IU afirman ahora que "Galicia va a ser el suicidio político de Anguita". Las encuestas les dan una presencia testimonial, y mientras sus adversarios de Esquerda Unida reciben ayuda de compañeros de Iniciativa per Catalunya o Nueva Izquierda, ellos encuentran cada vez más resistencia para que acudan a Galicia los dirigentes federales.Decía el gallego Valle Inclán que el pecado a todos nos hermana. Pero también en el pecar hay diferencias. Así que no es lo mismo el pecado de Anguita que el de otros miembros de la dirección de IU. Mientras el coordinador general parece absolutamente convencido de que el camino correcto es el emprendido con las expulsiones de los disidentes y después continuado con la candidatura en Galicia, otros dirigentes se preguntan si merece la pena el esfuerzo de participar en una campaña que, al menos hasta ahora, sólo sirve para mostrar su propia debilidad.

Para algunos dirigentes federales de IU, Anguita encontrará en esta campaña su suicidio político: "Saldrá tocado. Y sólo a él se le reprocharán los resultados, mientras los demás se limitarán a decir hipócritamente que ya lo habían advertido. Esta campaña la va a perder Anguita. Algunos no quieren ni ir a Galicía. El 13 de septiembre todo era eufóría; ahora todo eso se ha olvidado".

Pero es que ni los que van a Galicia van todos a "echar una mano en mítines y trabajándose los pueblos. Se mezclan churras con merinas -actos del PCE con actos electorales- en una campana que se ha tenido que improvisar de mala manera". El sábado Marcelino Camacho acudía a la Escuela Teórica del PCE, en la Rúa de Varsovia -¿hay calle mejor?- a dar una charla a "50 chavales y chavalas que estarían mejor ayudando en la campaña de otra manera", puntualizan estas fuentes.

El camino es más fácil con alguien al lado. Y cuando se mira hacia Esquerda Unida es cuando las comparaciones se hacen odiosas. Cristina Almeida parece que no sale de Galicia. Aparece en todos los periódicos y reparte besos y chascarrillos con igual fortuna. Se anuncia la presencia de Diego López Garrido. Ayer Rafael Ribó participaba con Guerreiro en un mitin en Fene. Le habían precedido inedia docena de alcaldes catalanes. Y cuando no, es un Nicolás Sartorius el que, junto a Alfonso Guerra, anima y jalea la unidad, de la izquierda.

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