Un grupo integrista cristiano reune a cientos de miles de hombres en EE UU

Cientos de miles de hombres se reunieron ayer en Washington para celebrar uno de los acontecimientos religiosos más multitudinarios de la historia de Estados Unidos. Entusiasmados, decididos a retomar la autoridad masculina en sus familias a través de un buen comportamiento cristiano, se disponían a orar durante seis horas en un encuentro cerrado a mujeres. Convocados por los Guardianes de la Promesa, el movimiento integrista cristiano que está creciendo con mayor rapidez en EE UU en los últimos años, la reunión pretendía superar el récord conseguido en este país por el papa Juan Pablo II.

La misa papal celebrada en Denver (Colorado) en 1993 reunió a cerca de 600.000 persona. La convocatoria de, ayer pudo acercarse a ese número. Sin embargo, al final no hubo una cifra oficial de asistentes ya que el Servicio de Parques Nacionales, que solía hacer los recuentos de multitudes en Washington, ha dejado de hacerlos por la controversia que levantaban sus estimaciones.El fundador de Guardianes de la Promesa es Bill McCartney, un antiguo entrenador, de fútbol americano de la Universidad de Colorado, de 57 años, que ha extendido en siete años su organización desde Denver hasta los 50 Estados norteamericanos. Amparado por los sectores más conservadores de EE UU ,McCartney ha construido un imperio económico que ingresa anualmente 87 millones de dólares (alrededor de 13.000 millones de pesetas).

Estaciones ferroviarias, terminales de autobuses y los aeropuertos National y Dulles de Washington quedaron abarrotados ayer por la llegada de los participantes a una marcha cuyo coste asciende a nueve millones de dólares (1.350 millones de pesetas). Políticos como el ex aspirante republicano a la vicepresidencia Jack Kemp y el alcalde de Washington, Marion Barry, anunciaron su participación. La Sociedad Americana de la Biblia iba a distribuir un millón de ejemplares.

El movimiento de McCartney ha suscitado sospechas entre mujeres, homosexuales y políticos moderados que le acusan de esconder tras sus multitudinarias reuniones agendas políticas típicas de la extrema derecha. Según datos del propio movimiento, el 33% de sus miembros son baptistas; el 9,5% pentecostalianos; el 5,2% metodistas; el 2,6% luteranos, el 3,6% presbiterianos, y el 2,2% católicos. Se trata de varones de clase media y media alta. -

Los Guardianes de la Promesa piden a los hombres que recuperen el liderazgo de sus familias convirtiéndose en mejores maridos y padres. "Hablan de que, los hombres tomen responsabilidad, pero lo que pretenden es tomar las riendas", asegura Patricia Ireland, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres. "Les veo y tengo miedo. Los Guardianes niegan tener una agenda oculta.