Ynestrillas, encarcelado en Carabanchel por tentativa de homicidio

El ultraderechista Ricardo Sáenz de Ynestrillas, de 41 años, ingresó ayer en la cárcel madrileña de Carabanchel como presunto autor de los disparos que hirieron gravemente a Vicente F. S., en la madrugada del 30 de septiembre, a las puertas de una discoteca de Majadahonda (Madrid). La juez de instrucción número 4 de la localidad ordenó la prisión provisional, comunicada y sin fianza por un delito de homicidio en grado de tentativa. Sáenz de Ynestrillas negó las acusaciones y aseguró que la noche de autos estuvo cenando en Madrid con unos amigos a los que después invitó a su domicilio.

La 112 Comandancia de la Guardia Civil (Madrid-exterior) considera que hay suficientes indicios para sospechar que Sáenz de Ynestrillas fue el supuesto autor de los seis disparos realizados cerca de una macrodiscoteca de la zona comercial Centro Oeste.Según fuentes próximas a la investigación, el incidente se inició en el interior de la discoteca poco antes de las cinco de la madrugada, cuando el dirigente ultraderechista pidió supuestamente a Vicente, de 23 años, que le diera fiado un gramo de cocaína.

Entre ambos hombres se entabló una discusión que continuó con una pelea en la calle. Vicente logró entrar en su coche y ponerlo en marcha, pero su oponente se abalanzó sobre el capó y efectuó contra él al menos seis disparos con una pistola. Uno de los proyectiles le alcanzó en el maxilar y la nariz y otro en un brazo, por lo que fue trasladado al hospital Puerta de Hierro.

La Guardia Civil se hizo cargo de las pesquisas y llegó a la sospecha de que el autor de la agresión había sido, Ricardo Sáenz de Ynestrillas. Este se enteró de que estaba siendo buscando gracias a una nota que unos guardias civiles le dejaron el pasado jueves en su domicilio rogándole que se pusiera en contacto con ellos lo antes posible. Telefoneó a la comandancia y a primeras horas de la madrugada del viernes se trasladó al cuartel de Tres Cantos, donde quedó detenido hasta que ayer pasó a disposición judicial. En su poder no fue encontrada ningún arma.

El abogado Pedro Pablo Peña informó que su cliente negó ante la juez ser el autor de los hechos, argumentado que tiene una coartada: que a la hora en que se produjo la agresión estaba cenando en un restaurante de Madrid con unos amigos, a los que después invitó a su casa.

El letrado dijo que Sáenz de Ynestrillas es un potencial objetivo de ETA y que, siguiendo las recomendaciones del Ministerio del Interior para personas que están en esta situación, había decidido extremar sus medidas de seguridad ante la inminencia del juicio contra 23 dirigentes de la Mesa Nacional de H B en el Tribunal Suprem. Por este motivo, agregó, "no ha salido a tomar copas ningún día de la última semana

"Es público y notorio que Sáenz de Ynestrillas estaba preparando un acto de protesta contra los dirigentes de H B que serán juzgados [mañanal en el Supremo, motivo por el que ha estado atareado con reuniones en su partido", señaló el abogado.Un mes de secreto sumarial

La juez encargada del caso ha decretado el secreto de las actuaciones durante un mes, por lo que se desconoce el contenido de las diligencias practicadas. Entre éstas hay la declaración de dos personas -posiblemente testigos de los hechos- a la que únicamente asistió el fiscal, ya que el abogado del detenido no pudo hacerlo por el secreto impuesto por la instructora.

Peña, que dispone de tres días para recurrir contra la reclusión, ya ha anunciado que recurrirá contra esta medida por entender que "no se dan los supuestos que la justifiquen", tales como que el detenido no tenga arraigo social o haya riesgo de que eluda la acción de la justicia. Sáenz de Ynestrillas, casado con Ana María Balbas, tiene trabajo y "su conciencia muy tranquila", por lo que el defensor no ve lógico el encarcelamiento.

"Ricardo posee la suficiente hombría como para no eludir nunca a la justicia, ni siquiera en los momentos más difíciles", aseguró Peña. Sáenz de Ynestrillas, cuyo padre fue asesinado por ETA en Madrid en 1986, salió absuelto en 1993 de la acusación de haber intervenido en la muerte del diputado de HB Josu Muguruza, ocurrida en 1989.