Detenidos en México 19 policías por el asesinato de seis jóvenes secuestrados

Diecinueve policías fueron detenidos el jueves en Ciudad de México por su presunta participación en la ejecución de seis jóvenes secuestrados el mes pasado durante una operación en uno de los barrios más conflictivos de la capital. El caso ha conmocionado la opinión pública y muchos temen la aparición de escuadrones de la muerte.

Ya se trate del surgimiento de escuadrones de la muerte contra una delincuencia desbocada, como creen algunos, o de un ajuste de cuentas, como apunta la hipótesis oficial, el episodio muestra el grado de descomposición de los cuerpos de seguridad de la capital. La desaparición de los jóvenes se produjo cuando las fuerzas policiales, desde junio de 1996 dirigidas por militares, empezaban a organizar redadas constantes en la céntrica colonia Buenos Aires, una especie de zona franca para peligrosas bandas de delincuentes.

El 8 de septiembre, varias decenas de policías y civiles se enzarzaron en un confuso tiroteo que causó dos muertos. Los uniformados se llevaron a seis muchachos. Al día siguiente tres de ellos, de entre 17 y 22 años, fueron hallados en una barranca con varios balazos en la cabeza. Otros tres cadáveres han sido encontrados esta semana en un bosque. Dos estaban descuartizados.

En pleno recrudecimiento del escándalo, las autoridades informaron el jueves de la detención de 19 policías, pertenecientes a dos grupos de élite llamados Zorros y Jaguares. Sólo uno de los agentes ha sido acusado de asesinato, mientras sobre los otros 18 pesa el cargo de abuso de autoridad. El anuncio fue acogido con escepticismo: hubo evidentemente, más de un asesino y hubo, también, delitos que no constan en el pliego de acusaciones, como secuestro y torturas.

Las investigaciones continúan. La principal hipótesis es que algunos policías vinculados a las bandas habrían aprovechado las operaciones para hacer sus ajustes de cuentas. Organizaciones de derechos humanos han expresado sus temores de que México esté asistiendo al nacimiento de escuadrones de la muerte para combatir una delincuencia que, según el ministro de Interior, Emilio Chuayffet, "está ganando la batalla".

Según cifras de la patronal, la criminalidad en Ciudad de México se ha incrementado en los tres últimos años un 86,3%. El número de homicidios se ha duplicado y unas 700 bandas de alta peligrosidad, según los cálculos oficiales, actúan sin cortapisas.