Los hermanos Marx no lo superarían
Madrid Los madrileños asistieron atónitos a una transmisión del Oporto-Madrid propia de los hermanos Marx. La trifulca política y social por la retransmisión del Oporto-Madrid no fue nada al lado de la tortura que sufrieron los espectadores a los que TVE prometió dar el partido.
EL PAÍS, como muchos medios de comunicación de la capital de España, recibió un aluvión de llamadas telefónicas: parte de Madrid vio imágenes del Oporto-Real, pero escuchó la narración del Barcelona-PSV.
La centralita de este periódico fue bloqueada también por llamadas de residentes en zonas madrileñas tan distantes entre sí como Aluche, Soto de Viñuelas, Móstoles, Villaverde Alto, Collado Villalba, Mirasierra, Argüelles, Plaza de Castilla, Fuenlabrada, Las Matas, Las Rozas... donde sólo era posible ver el partido del Barcelona.
En algunos casos, vecinos puerta con puerta veían partidos distintos y escuchaban comentarios de uno y otro estadio que no se correspondían con la imagen que estaban observando en sus pantallas.
Cuando quedaban 15 minutos para que acabara el partido, TVE explicó en un comunicado que el desajuste afectaba a los "televisores equipados con Sistema Dual. NICAM, con la antena orientada hacia Torrespaña" y que fue provocado por un error de conmutación de los sonidos" que se distribuían desde el control central de TVE hacia el centro de Retevisión en Torrespaña.
Lo que Televisión Española ya no pudo explicar fue lo sucedido en la calle de Cartagena. Desde allí, un vecino denunció que veía el partido del Madrid, pero oía comentarios del Barça ¡en catalán! Nadie recuerda algo parecido en la historia de la televisión española.
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