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Entrevista:

"En la zona sur sigue habiendo espacio para la lucha de clases"

En los andurriales políticos se le conoce como director de Cultura del Ayuntamiento de Getafe (PSOE), pero con la caída de la noche se convierte en animal literario de puro instinto urbano. Porque Manuel Praena, nacido en Usera hace 44 años e instalado en la ciudad de sus desvelos públicos, es un autodidacta que le araña los minutos a la noche para dedicarse a sus pasiones favoritas: pintar, escribir y escuchar a los Rolling Stones. Ya. había dado a la imprenta dos volúmenes de relatos breves, y ahora se revela como novelista con Donde mueren los sueños, una crónica fulgurante, autocrítica y desencantada de lo que pudo haber sido la revolución izquierdista de los años ochenta y, a fuerza de pelotazos, se quedó en casi nada. "Si algo tengo que echarles en cara a mis compañeros de viaje es el famoso tema del desengaño", reflexiona.Pregunta. Así que ésta es una novela simbólica.

Respuesta. Exacto. Habla de un señor que ha subido muy deprisa, pero que no ha sabido estar a la altura de las circunstancias.

P. ¿Cómo vivió usted este proceso de desintegración de las ilusiones?

R. Es algo que formó parte de mi generación y lo tengo que asumir. Hemos compartido muchos sueños y se nos han muerto. En la propia novela lo digo: "En las manos de los hombres mueren todos los sueños", puesto que la práctica depende, en efecto, de la condición humana.

P. ¿Existen en la realidad sus personajes?

R. No los conozco personalmente, pero sé que existen en algún rincón. Ahí está Pedro, el detenido, que relata la historia de seis años de su vida. Y paralelamente se desarrolla una acción trepidante por las calles de Madrid: policías, abogados... Todo tiene un cierto aire cinematográfico.

P. Usera, Getafe... ¿Qué hay de sureño en sus historias?

R. Alguna cosa, sí, porque en el sur hay muchos de esos trabajadores que retrato: aquellos que se levantan al alba y por la noche los manipula la televisión. Pero la codicia, protagonista última de Donde mueren los sueños, es universal.

P. En el libro habla con insistencia de la lucha de clases. ¿No resulta un tanto extemporáneo?

R. En absoluto. En Madrid, particularmente en el sur, sigue habiendo lugar para la lucha de clases, y ahí sí tomo posición de forma beligerante. Existe gente nacida para perder y gente nacida para dominar, para acumular cada vez más armas de poder y de opresión.

P. ¿Qué momento es bueno para leerle?

R. La novela es breve, porque tampoco se trata de castigar al lector ahora que tanto escasea el tiempo. Por eso propongo leerla, de Getafe a Madrid, yendo a trabajar en el tren de cercanías.

Donde mueren los sueños. Huerga y Fierro Editores. 101 páginas. 1.500 pesetas.

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