Los laboristas prometen que la 'revolución Blair' llevará al pleno empleo
Los laboristas británicos inaguraron ayer su conferencia anual en un ambiente de euforia por su triunfo electoral en mayo y las ambiciosas propuestas para modernizar el sistema y profundizar la revolución Blair. El ministro de Fianzas, Gordon Brown, delineó los proyectos del primer ministro, Tony Blair, declarando que el objetivo prioritario del Gobierno es asegurar pleno trabajo para todos os británicos. Brown presentó un lan que contempla una reducción el 20% al 10% de impuestos para os sectores de ingresos más bajos que al mismo tiempo contempla alicientes económicos a las empresas para incentivar la contratación.En el discurso que pronunció durante la sesión inaugural del cónclave, que durará casi toda esta semana, en la soleada Brighton, Brown insistió en la necesidad de "modernizar el país y equipar apropiadamente al pueblo para enfrentarse al futuro". Calificando el programa de "radical y digno de crédito", Brown dijo que era el vehículo hacia "el objetivo de dotar de oportunidades de trabajo a todos, pleno empleo para el siglo XXI". Brown ya ha pedido a la presidencia del Barclays Bank un informe sobre cómo reformar el sistema impositivo y los servicios sociales a fin de alentar al sector de desempleados a buscar trabajo.
Gestos para la izquierda
Pero el ímpetu de esas y otras medidas propuestas por Brown (incluyen el salario básico) fue interpretado como un gesto bien calculado dirigido a aplacar las críticas del flanco izquierdista. Millares de sindicalistas marcharon ayer por las calles de Brighton para exigir mayor atención del presupuesto a los servicios públicos.
Las bases diseñadas para reformar la estructura partidista, que apuntan principalmente a reducir la fricción entre la jefatura del partido y el Gobierno de Blair, dominarán gran parte de esta semana de reuniones.
Tom Sawyer, secretario general del partido, dio pleno apoyo al programa de restructuración afirmando que la revisión constituye el único antítodo contra el anquilosamiento y el único factor de cohesión entre las filas laboristas. Sawyer defendió las propuestas de cambios en la organización del partido, así como en los mecanismos de los que emana la política laborista. Sólo a través de esos cambios, dijo, los laboristas van a evitar divisiones internas similares a las que polarizaron al partido y lo mantuvieron por tantos años en la oposición.
El liderazgo del partido busca cambios que incluyan una participación más representativa de las bases en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Sawyer dijo que el partido está hoy sujeto a dos centros de poder: el CEN y los diputados del partido. "Lo que queremos a partir de hoy es un mecanismo permanente, y efectivo para que esos dos centros trabajen conjuntamente", dijo.
Robin Cook, ministro de Exteriores, resumió el sentimiento de algarabía laborista a pesar de la espinosa agenda que, les espera a los líderes del partido. "En 18 semanas, el nuevo Gobierno laborista ha hecho más por el británico de a pie que lo que hizo el partido tory en 18 años", dijo.
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