"Los madrileños consideran el ajedrez como un calmante"

G. B.Lleva más de veinte años pensando en blanco y negro.Jesús Miguel Pérez empezó a los 17 años a jugar al ajedrez y ahora, a los 42, se ha embarcado en su proyecto más ambicioso: la puesta en marcha del primer centro de alto rendimiento (CAR) de ajedrez de la Comunidad de Madrid, en San Sebastián de los Reyes. Hoy se inaugura.

Diez chavales que destaquen en el juego de los 64 escaques podrán prepararse para competir a alto nivel con un gran maestro internacional y analista, Juan Reyes, y así aprovechar los resultados de otro programa único en la región que el club de ajedrez que preside Pérez y el Ayuntamiento de la localidad desarrollan desde hace más de una década: llevar el ajedrez a todos los alumnos de los colegios públicos.

Pregunta. ¿Por qué es necesario un CAR de ajedrez?

Respuesta. Como en todos los deportes, hay que concentrar los esfuerzos para conseguir resultados. Progresar en ajedrez supone lograr que mucha población infantil conozca el juego, que a los que les guste puedan practicarlo y que los que destaquen puedan competir. Esos niveles son los que pretendemos cubrir.

P. ¿Qué aporta el ajedrez a la educación?

R. Muchas cosas, como la capacidad de liderazgo o la responsabilidad. También potencia la memoria y la localizacion espacio-temporal y es fundamental para desarrollar la concentración.

P. ¿Y el mito del ajedrecista excéntrico y maleducado?

R. Jugadores como Bobby Fischer o Gari Kaspárov han alimentado esa imagen con sus comportamientos, pero ellos no son así por jugar al ajedrez, sino porque son grandes estrellas. Los divos son iguales en todas las actividades.

P. ¿Corren buenos tiempos para el ajedrez?

R. Cada vez más. Ahora, en las grandes ciudades como Madrid se vuelve al ajedrez sobre todo como un calmante, una forma de obtener personas reflexivas, tranquilas y relajadas en un mundo demasiado acelerado.

P. ¿Es el ajedrez una actividad masculina?

R. Ni mucho menos. En las categorías más jóvenes hay muchas niñas que ganan y superan a los niños, incluso habiendo muchos más varones practicando el deporte. No hay nada que lo haga masculino.

P. Entonces, ¿por qué no lucen las mujeres en la alta competición?

R. Kaspárov asegura que es una cuestión de agresividad, pero yo creo que es otro problema. La mujer es mucho menos propensa a competir.

P. ¿Son capaces de asumir los sacrificios de la alta competición?

R. Sí lo son, pero no les interesa. Sobre todo a partir de la pubertad, cuando la competición pierde gran parte del componente lúdico.

P. ¿Es el CAR la forma ideal de enseñar ajedrez?

R. Es un punto de partida.