La estación 'Mir' se acopla al 'Atlantis' por séptima vez

El transbordador espacial Atlantis se acopló anoche, por séptima vez en su historia, a la estación orbital rusa Mir. El atraque, como de costumbre, se hizo manualmente desde la nave estadounidense al módulo Kristall, uno de los cinco que tiene la Mir. El complejo espacial ahora formado pesa en total unas 240 toneladas que giran alrededor de la .Tierra a más de 300 kilómetros de altura. Ambas naves se acoplaron en viaje a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora.El Atlantis ha llevado un gran cargamento a la Mir: 635 kilos de agua, alimentos, un nuevo ordenador central, baterías de gran potencia, herramientas para arreglar el Spektr, que perdió su hermetismo el 25 de junio pasado cuando chocó una nave de carga; muchísimo aire necesario para volver a presurizar este módulo y, por supuesto, regalos. En total, unos 2.270 kilos.

El transbordador estadounidense quedó unido a la estación orbital rusa por un tubo de unos nueve metros de largo. Pero las escotillas que conectan a éste nunca se abren inmediatamente, sino una hora y media después del acoplamiento. La tripulación de la Mir tradicionalmente recibe a los huéspedes que llegan en el Atlantis según la costumbre rusa: con pan y sal.

El transbordador de la NASA llevó también, entre los siete astronautas que forman su tripulación, a David Wolf, que reemplazará a Michael Foale en la Mir. Foale está en órbita desde mayo y estaba previsto que esta misma mañana cambiara oficialmente de puesto.

Juntos hasta el viernes

Wolf, que, acaba de cumplir 41 años en agosto pasado, estaba ansioso por llegar a la estación orbital rusa, a pesar de todos los percances que ésta ha sufrido últimamente. A este médico e ingeniero electrónico le gusta verse en situaciones críticas.

En Houston, en el Centro Espacial Lyndon Johnson, Wolf dirige un programa para elaborar equipos médicos que puedan usarse en la estación orbital. Su labor científica está altamente valorada: en 1992 recibió el premio de la NASA por un estudio de cultivos de tejidos humanos. Es la segunda vez que viaja al espacio: en otoño de 1993 realizó un vuelo de 16 días en el transbordador Columbia.

Wolf no era quien debía haber reemplazado a Foale. El relevo de éste era Wendy Lawrence, capitán de 38 años que en el último momento fue rechazada por decisión de la NASA como inquilina permanente de la Mir, debido, según explicaciones oficiales, a que es demasiado baja para usar el traje ruso rígido Orlán (Águila) para salir al espacio. Y esta vez EE UU consideró necesario enviar a alguien que pudiera realizar un paseo espacial tanto para fines científicos como para una posible ayuda a los cosmonautas rusos en las reparaciones del módulo Spektr. El transbordador permanecerá hasta el viernes acoplado a la estación orbital.