El perro y la rabia

¿Podrían hacerle llegar al señor Polanco mi intención de donar a Sogecable la cantidad que esta empresa me custodia de acuerdo con el contrato que suscribí para recibir Canal + y Canal Satélite Digital? Así, confío en que, si se muere el perro de la apropiación indebida, se acabará la rabia judicial, por lo menos en lo que a mí respecta. La decisión me la ha inspirado el verbo justiciero, oído en Tele-5, del periodista de El Mundo Melchor Miralles. ¿En qué sindicato habrán aprendido a proteger a pacíficos ciudadanos televisuales contra su voluntad? Porque, por el hecho de que yo esté refugiado en el anonimato de la relación de suscriptores, no creo que sea razón suficiente como para permitir que éstos suplanten mi voz.-