La apoteosis de la nada
La feria de San Mateo ha tocado fondo aunque todavía se puede llegar más abajo. No hay problema. El refinamiento en provocar desmanes es patrimonio de la denominada gente del toro, uno de los gremios más infumables que pululan por el ancho mundo.Si se lo proponen, y se lo han propuesto, se verán festejos peores, en los que los toros saldrán con el bajonazo endilgado directamente de chiqueros, y así, asesinados, los podrán desorejar estos inigualables maestros de hoy en día sin sudar un alamar, cosa que ocurre muchas veces.
Lo de ayer fue la apoteosis de la nada. Un espectáculo cruel, opuesto a lo que es una corrida de toros. Los animales comparecían tundidos. Tres carreritas y al suelo.
Buendía / Joselito, Rivera, Tomás
Toros de Joaquín Buendía, cómodos de cabeza, descastados, inútiles para la lidia; dos devueltos. Sobreros: 1º del mismo hierro; 6º de Marcos Núñez, sin fuerzas, descastado.Joselito: bajonazo (silencio); bajonazo (bronca). Rivera Ordóñez: cuatro pinchazos y estocada (silencio); estocada (silencio). José Tomas: cinco pinchazos y estocada caída (silencio); pinchazo y estocada tendida (silencio). Plaza de Logroño, 23 de septiembre. 4º corrida de feria. Lleno
Eso sí, Joselito tuvo tiempo para sentirse ofendido por la plaza entera, por el mundo y hasta por los músicos. Nadie entendió que aquel toro con alma de calendario le había mirado tal que así. Y de la misma guisa Joselito, otrora diestro preferido de la bondadosa afición riojana, abandonó la plaza en una marejada de almohadillas.
Rivera Ordóñez ha estado unas tres veces en Logroño y no ha toreado nunca. Ninguno de sus toros le ha permitido dar ni un derechazo. En el primero, que era una mona, dibujó pases a media altura, fuera de cacho y con el pico.
José Tomás, que daba gusto verlo con ese terno verde y oro, siguió la rutina de sus compañeros y fue una sombra de aquel torero que se cruzaba y se ponía donde los toros embisten. Cayó en la monotonía de las figuras y en los dictados del taurinismo.
En fin, una tarde que se puede calificar de estafa ya que no existieron toros ni toreros en el ruedo.
Babelia
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