Anguita rompe con su socio catalán y disuelve la organización en Castilla-La Mancha y Cantabría
Todo fue según lo previsto. Y si hubo alguna sorpresa fue porque la realidad superó a las previsiones. La presidencia, federal de IU aprobó seis resoluciones. En ellas se propuso la ruptura con Iniciativa per Catalunya y las sanciones contra quienes fueron a apoyar en Galicia la candidatura unitaria de Esquerda Galega y de los socialistas, los tres diputados de Nueva Izquierda, los coordinadores de Castilla-La Mancha y de Cantabria y el senador José Luis Nieto. También se aprobó la "suspensión"-disolución- de los consejos políticos de IU de Cantabria y de Castilla-La Mancha.
Todos a la calle. Aunque eso no signifique que aquí quede la paz y después la gloria. Todos a la calle. Julio Anguita, coordinador general de IU, zanjó de varios hachazos la crisis de la coalición. Ni siquiera se dejó abierto un mínimo ventanuco para aceptar que la ruptura podía tener escape en las decisiones de la presidencia federal. No es que se cortara por lo sano. Es que se profundizó en las heridas y la disidencia interna asumió la más alta representación.Se rompe, definitivamente, con Iniciativa per Catalunya, aunque ello suponga que se está cortando una relación que, si contamos los años que el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) lleva trabajando estrechamente con el Partido Comunista de España (PCE) es mucho más que histórica, es la esencia de actividad comunista y de la izquierda en este país.
Se rompe con Cataluña y se le advierte, según aclaró ayer Víctor Ríos, coordinador de presidencia, que IU se siente liberada para invadir el territorio catalán.
Las demás resoluciones aprobadas ayer -por una mayoría abrumadora de 30 votos a favor y sólo seis encontrase refieren a las sanciones abiertas con quienes apoyaron la candidatura unitaria de Guerreiro y de los socialistas gallegos. Tampoco aquí se paran en barras. Se propone sancionar a algunos de los asistentes. Por ejemplo, a Juan José González, líder de la federación de Castilla-La Mancha y a Ángel Agudo, responsable de Cantabria.
Todo, bien es verdad, bajo una capa de democracia y de respeto a la decisión de los afiliados aunque, como en el caso de Castilla-La Mancha no lleguen ni siquiera al 12% del total de afiliación. Porque según explicó Pedro Granados, responsable de organización de IU, las decisiones contra Castilla-La Mancha se han tomado atendiendo los cientos y cientos de cartas -al final reconoció que eran 87- que habían pedido la intervención de la presidencia federal en la crisis de IU. El total de afiliados en Castilla-La Mancha es de 1.374, según el propio Granados.
. La presidencia federal de ayer no sólo aprobó las sanciones contra los responsables de ambas federaciones, Castilla-La Mancha y Cantabria, sino que aprobó "suspender de toda actividad" los consejos políticos de ambas organizaciones. En román paladino, lo que eso quiere decir es que se disuelven ambas" formaciones y se nombra, como bien dice la resolución de la presidencia, una comisión para que "la represente a todos los efectos políticos y jurídicos".
¿Hay apelación ante esto? Parece que no. La vida de las dos federaciones afines a Nueva Izquierda ha quedado sentenciada: no existe en los esquemas de la dirección de IU.
No se paró aquí la presidencia federal. También José Luis Nieto, senador de Izquierda Unida por la Asamblea de Madrid, viejo luchador antifranquista y respetado dirigente comunista en el ámbito de Madrid, será sancionado por IU. Su pecado, haber defendido el derecho de Guerreiro a mantener su política de alianzas en el campo de, la izquierda.
Pero la sanción a Guerreiro es también una trampa a Ángel Pérez, secretario del PCE en Madrid y coordinador regional de IU. Ayer mismo, Pérez anunciaba que no está dispuesto a sancionar al senador Nieto, por la consideración que le merece y porque él cree que hay que respetar lo que entiende como decisión personal de un veterano militante antifascista.
Por último, las resoluciones aprobadas por la presidencia federal se dirigen también contra los tres diputados de Nueva Izquierda: Cristina Almeida, Ricardo. Peralta y Manuel Alcaraz. Para los tres se pide la apertura de expedientes sancionadores.
Víctor Ríos justificó que no se actuara contra Diego López Garrido y los demás dirigentes de Nueva Izquierda qué fueron a Galica en apoyo de Guerreiro, "porque ellos mismos se han situado fuera de IU".
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