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Dos detenidos por prostituir a 100 inmigrantes checas

Buscaban un próspero futuro y se encontraron un infierno. Un centenar de inmigrantes checas han sido engañadas y obligadas a ejercer la prostitución en el burdel Los Faroles, de la carretera de Vicálvaro a Coslada. Los agentes han detenido a Juan José E. C., de 33 años, propietario del club nocturno y al checo Ludok C. como responsables de esta red de explotación de inmigrantes. Ambos encerraban a las mujeres en un chalé de Rivas-Vaciamadrid. Por la noche las transportaban en furgonetas al prostíbulo, donde eran vigiladas por varias personas para que no escaparan, según informó la Jefatura Superior de Policía.Los investigadores aseguran que el ciudadano checo buscaba en su país a mujeres jóvenes con problemas económicos. Prometía un puesto de trabajo, bien remunerado, como empleada del hogar. Las mujeres entregaban unas 300.000 pesetas. Llegaban a España de forma clandestina o camufladas bajo la apariencia de turistas.

El regente del prostíbulo las obligaba a entregarle la mitad del dinero obtenido por sus servicios sexuales. Según la policía, el establecimiento producía unos beneficios mensuales brutos de 75 millones de pesetas. La policía cree que al menos 100 mujeres han pasado por el club en dos años. En el mismo prostíbulo la policía encontró varias mujeres colombianas igualmente explotadas. Por miedo, se negaron a reconocer que eran forzadas, aunque posteriormente lo admitieron.

Sin contrato ni licencia

El club Los Faroles, donde trabajan dos camareros sin ningún tipo de contrato, carecía de licencia de apertura. Había sido cerrado en dos ocasiones por el Ayuntamiento. La policía prosigue con las investigaciones para descubrir si había más personas implicadas en la red de explotación de inmigrantes.

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Por otra parte, la colaboración ciudadana ha sido clave en la detención de un hombre en su casa de San Blas, por un presunto delito contra la salud pública. El arrestado, Francisco Ramón LI. G., de 33 años, tenía un kilo de cocaína en su domicilio.

La policía comenzó a investigarle después de que gente del barrio denunciara que en su casa se vendía droga. Varios agentes del grupo de prevención de delincuencia urbana de la comisaría del distrito comenzaron a vigilar a este albañil que cada mañana se trasladaba a trabajar a Villanueva de la Cañada, y por la noche o en sus horas libres se dedicaba presuntamente a trapichear, bien en su casa o en bares de la zona, según la Jefatura Superior de Policía. Los agentes entraron el pasado viernes en su casa, tras conseguir una orden judicial para el registro, y encontraron un kilo de cocaína "en roca", según la información policial, además de medio millón de pesetas en metálico, dos libretas de ahorro con sendos millones cada una, y pesas y material de precisión para el reparto de la droga en dosis individuales.

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