Dos 'rapados' se declaran inocentes de agredir a unos hermanos de Parla

Los presuntos rapados Pablo Gómez y Oscar Miguel Peiró, acusados de intento de homicidio frustrado y de amenazas, respectivamente, en un incidente ocurrido en Parla en 1995, se declararon ayer inocentes en la primera sesión del juicio.Los hechos ocurrieron en la puerta de entrada del pub Chelsy, donde las dos víctimas, óscar y Abraham Piñuela, al igual que los presuntos agresores, celebraban un cumpleaños con sus respectivos amigos.

Según la versión de las dos víctimas, Pablo Gómez salió del interior del local "de forma agresiva y con gesto desafiante" y se encaró con un hermano de óscar y Abraham, a quien propinó un cabezazo.

Acto seguido asestó tres puñaladas a óscar, que también estaba allí, y fruto de las cuales sufre hoy invalidez total del brazo derecho. Abraham, que se encontraba en el interior del local, salió al oír que fuera había una pelea y que agredían a su hermano. Al salir recibió tres navajazos, también por parte de Pablo, de los que todavía padece algunas secuelas.

Pablo huyó del lugar de los hechos perseguido por amigos de los hermanos que pretendían retenerles hasta que llegase la policía. Pablo, que admitió ante el tribunal que había tomado demasiadas copas ese día, aseguró que no agredió a ninguno de los hermanos Piñuela y negó que portase una navaja. "Sólo luché con las manos para proteger mi vida, porque fueron ellos los que me agredieron. La única navaja que allí había era la de mi amigo Víctor", dijo.

Víctor Boloñés, supuesto integrante también de un grupo neonazi e hijo de un miembro del Cuerpo Superior de la Policia Nacional, reconoce haber estado en el lugar de los hechos, pero niega que tuviese en aquel momento una navaja. Víctor no está encartado en esta causa. El arma con la que fueron heridos los hermanos no ha sido encontrada, y tanto Pablo como Víctor se acusan mutuamente de haberla hecho desaparecer tirándola a una terraza mientras escapaban de los amigos de las víctimas.

Testigos

Todos los testigos que prestaron ayer declaración a favor de la versión de Oscar y Abraham Piñuela aseguran haber visto a Pablo Gómez asestar las puñaladas. Miguel Angel Cocero, el abogado defensor de Pablo, insiste en la tesis de que "los amigos de las víctimas han exagerado y mentido en sus declaraciones, llevados", explicó, "por un sentimiento de cariño. Pero lo cierto", agregó, "es que mi defendido no portaba ningún arma". El letrado va a pedir al tribunal la absolución de su cliente.

Por su parte, el abogado de la acusación particular solicita diez años de prisión mayor por cada uno de los intentos de homicidio que se juzgan en este juicio, cuya segunda sesión se celebrará el próximo viernes en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid.