Arzalluz ve "muy difícil" un acuerdo con Mayor Oreja sobre los presos
El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, se mostró ayer pesimista sobre las posibilidades de éxito de la iniciativa acordada el martes por la Mesa de Ajuria Enea para desbloquear el contencioso entre los partidos democráticos vascos sobre el acercamiento a Euskadi de los presos de ETA. A su juicio, el acuerdo es "muy díticil", ya que el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, mantiene una postura "más que firme, rígida", en materia penitenciaria.
"Será muy difícil llegar a un acuerdo en este punto entre nuestra gente, la de Izquierda Unida y la de Eusko Alkartasuna [de un lado] y la gente de Mayor Oreja [de otro]. Yo no quisiera crear falsas esperanzas, pero hay que hablar y quizá podríamos encontrar un nuevo camino", declaró Arzalluz a Radio Euzkadi.Como muestra de la distancia que separa a los distintos partidos, el líder del PNV insistió en defender el acercamiento de los presos y en acusar al Gobierno de estar "manipulando" a los reclusos de la misma forma que lo hace Herri Batasuna y el autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV). El secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, protestó de inmediato por esta equiparación y acusó a Arzalluz de "crispar innecesariamente el ambiente porque no es de recibo meter a ETA y al Gobierno en el mismo saco".
La Mesa de Ajuria Enea acordó crear un nuevo foro, ajeno al Parlamento vasco, en el que los partidos democráticos intentarán consensuar la política penitenciaria. Al contrario de lo que venía ocurriendo hasta ahora, en dicho foro se sentarán el PP y el PSOE, pero no HB. Se trata de desbloquear una situación que el lehedakari José Antonio Ardanza calificó ayer de "kafkiana".
Aunque sin culpar al Gobierno como hizo Arzalluz, Ardanza también admitió que, "la situación no es sencilla" y que "no se va a poder resolver [el problema] de hoy para mañana". Insistió, sin embargo, en la necesidad de que actuar "con tacto y delicadeza" para que "nadie se sienta marginado, ni desautorizado", ni el Ministerio del Interior, ni la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco.
Necesaria flexibifidad
El lehendakari calificó de "francamente positiva" la reunión de la Mesa de Ajuria Enea, tanto por el grado de confianza como por la "franqueza" del debate, cuyas conclusiones trasladó el martes al ministro Mayor Oreja.
"La Mesa de Ajuria Enea se convierte en una especie de impulsor político de la superación de este bloqueo y de la búsqueda, desde una actitud de flexibilidad, de una posición más consensuada de la que en este momento existe", dijo Ardanza, como resumen de la reunión.
Por el contrario, para el alcalde de Ermua (Vizcaya), el socialista Carlos Totorica, los resultados de la última reunión de la Mesa de Ajuria Enea fueron "absolutamente insuficientes". El máximo responsable de la localidad de la que era concejal Miguel Ángel Blanco lamentó que los partidos democráticos se olvidaran de los ayuntamientos a la hora de movilizar a la sociedad vasca en contra de la violencia.
"Esta Mesa no ha estado a la altura de las circunstancias", afirmó. "Si hay que priorizar, primero vamos a movilizar a la sociedad desde los grupos pacifistas y los ayuntamientos".
"Lo que no puede ser", se quejó, "es que volvamos a esa imagen desastrosa en la que [para] los líderes políticos el principal problema sean los presos y sus familiares. Creo que hay que resolver ese tema, pero por orden. Primero hay que resolver el problema de ese 90% de la sociedad que está cansada del asesinato. Lo que no puede ser es que el primer mensaje que lance la Mesa de Ajuria Enea a la sociedad seca otra vez el asunto de los preso", concluyó Totorica.
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