Aznar responde a Pujol que los abucheos a Raimon en Las Ventas son "pura anécdota"

ENVIADO ESPECIAL El presidente del Gobierno, José María Aznar, calificó ayer de "pura anécdota" los abucheos que sufrió el cantante Raimon en la plaza de Las Ventas, de Madrid, en el festival de homenaje a Miguel Ángel Blanco, el concejal del PP en Ermua, Vizcaya, que fue secuestra do y asesinado por ETA en julio, y solicitó a quienes le piden que condene a los intolerantes que se ocupen de cosas más importantes. Aznar hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro sueco, Goran Persson, en la que éste anunció que apoyará la pretensión alemana de que España quede fuera de los fondos de cohesión de la U-E cuando forme parte del grupo de cabeza del euro.

José María Aznar reservó su comentario a la petición que le había formulado el presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, de que condenase a los intolerantes responsables de los abucheos a Raimon en la plaza de Las Ventas para el final de la conferencia de prensa. Con una media sonrisa y tras mostrarse reacio a constestar a preguntas de política interna, puso varios ejemplos para quitar importancia a un incidente que, por la situación en que se produjo, abochornó a millones de españoles.El presidente del Gobierno recordó que, en la última cumbre de Amsterdam, el autobús en el que viajaban los primeros ministros fue atacado con huevos -"de gallina", precisó Goran Persson- por un grupo pequeño de personas. "Sin embargo", dijo, "a ninguno de los que estábamos allí se nos ocurrió pedir al primer ministro holandés una declaración explícita contra la intolerancia y sus manifestantes".

. Aznar también recordó que en la celebración del Día de Cataluña las delegaciones del PSOE y del PP suelen ser abucheadas en la tradicional ofrenda floral y la nadie se le ocurre pedir explicaciones a un partido concreto". "Por tanto", añadió, "sugeriría que nos ocupásemos de las cosas importantes".

El líder popular reconoció que los abucheos están "mal". "Esas cosas hay que plantearlas desde el punto de vista de la educación y de la cortesía. En todos los ámbitos y en todos los momentos. Pero, cuando hay que ocuparse de esas cosas, eso significa que hay cosas más importantes que marchar bien, razonablemente bien, y eso es un motivo de satisfacción", remachó.

El líder de Unió Democrática de Catalunya, partido coligado con Convergéncia en CiU, Josep Antoni Duran Lleida, replicó a Aznar desde Barcelona que, efectivamente, los abucheos a Raimon pueden considerarse anecdóticos, pero que sus comentarios a propósito de la petición de Pujol de condena "no son el mejor camino para mantener el pacto".

De la entrevista de Aznar con el primer ministro sueco quedó claro que, pese a la mutua satisfacción expresada, ambos países mantienen posiciones divergentes sobre la construcción europea. Así, Persson señaló que Suecia, contribuyente neto a la UE, comparte el criterio de Alemania de retirar del Fondo de Cohesión a los países que formen parte del núcleo fundador del curo. Esta posición es duramente combatida por España, que considera que ambos temas son distintos y que no deben mezclarse. "Una cosa es la convergencia nominal de las economías y otra la convergencia real", señaló Aznar.

Persson explicó también la postura de su Gobierno, contrarío a la integración en un primer momento en el curo. "Somos partidarios de esperar a ver cuántos países entran, cómo funciona el curo y si comienza el 1 de enero de l999". El prudente escepticismo del primer ministro sueco contrastó con el rotundo compromiso de Aznar en favor del ingreso de España en el euro " en los plazos y las condiciones previstas".

En la entrevista, el primer ministro sueco expresó la solidaridad de Suecia con España en la lucha contra el terrorismo y negó que su país "haya dado nunca pasaportes a miembros de ETA ni de Herri Batasuna".

Aznar, que llegó a Estocolmo a primera hora de la tarde, se entrevistó con el líder de la oposición, el conservador y ex primer ministro Carl Bildt, cuyo partido, a diferencia de la izquierda sueca, es claramente europeísta y apoya la participación de Suecia en la moneda única.

El presidente del Gobierno español tiene previsto pronunciar hoy una conferencia en el club de debate más importante de Estocolmo, así como visitar la fábrica de la empresa de telecomunicaciones Ericsson, que tiene importantes intereses en España.