D'Alessandro tiene envidia de Almendralejo
El técnico argentino Jorge D'Alessandro apela a la afición como arma emocional imprescindible para que un equipo modesto como el Mérida alcance su objetivo prioritario, que no es otro que mantenerse en Primera División.Los jugadores utilizan también ese recurso y dan ejemplo haciéndose abonados del club para ver si secundan la idea. Toda la plantilla ya tiene su carné.
Y es que en estos prolegómenos del campeonato hay un cierto divorcio entre la afición y el equipo.
Apenas 6.000 personas en el estadio para ver el debú del Mérida en su retorno a la Liga de las estrellas deparó una imagen, sorprendente, triste, lamentable.
Inconscientemente, la mirada se dirige 25 kilómetros más allá: Almendralejo. Porque la comunión perfecta entre el técnico Josu Ortuondo, el equipo y la afición propició situaciones inolvidables. Nadie reprochaba las derrotas, incluso cuando se acumularon ocho seguidas. El estadio Francisco de la Hera se llenaba cada domingo para apoyar a su equipo.
D'Alessandro, en sus entrañas, reivindica ese cóctel perfecto. Ingredientes parece que los hay, sólo falta el barman que los mueva con astucia y delicadeza.
