ETA chantajea a 100 empresarios navarros para que paguen entre 5 y 40 millones

La organización terrorista ETA utiliza el miedo reciente de sus últimos crímenes para financiarse a través del chantaje. Ayer se supo que a principios de agosto, días después del fin de sus últimos secuestros y del asesinato de Miguel Ángel Blanco, unos 100 empresarios de Navarra comenzaron a recibir una circular -escrita en euskera y castellano- en la que se les exigía el pago del impuesto revolucionario. El viceministro del Interior, Ricardo Martí Fluxà, dijo ayer: "Se trata de la campaña eterna de ETA". Algunos tenderos de Navarra también han recibido amenazas.

Martí Fluxà, secretario de Estado para la Seguridad, explicó que ETA utiliza "invariablemente" el mismo método de extorsión: "La campaña se inicia durante los últimos días o semanas de un secuestro, y luego se recrudece". La policía tuvo conocimiento de ofensivas similares de extorsión tras los secuestros de Julio Iglesias Zamora y José María Aldaya.En esta ocasión, los empresarios de Navarra -muchos de ellos pertenecientes al sector de la hostelería- comenzaron a recibir la circular a principios de agosto. Se les ofrece, según el método habitual de ETA, tranquilidad a cambio de dinero; no probar el calvario tan reciente de su colega Cosme Delclaux a cambio de pagar cantidades que oscilan entre los 5 y los 40 millones de pesetas.

La redacción de la carta, según fuentes de la lucha antite rrorista, responde también a los cánones tradicionales: "La Organización Euskadi Ta Askatasuna [ETA], por medio de la presente carta, le desea hacer saber que le considera uno de los responsables de la actual situación de conflicto entre Euskal Herria y el Estado español ( ... ). ETA le considera objetivo de su accionar armado (sic) -con todo lo que esto conlleva- y le exige una primera devolución de [la cantidad varía según la solvencia que ETA le atribuye a cada empresario] millones de pesetas". A modo de firma, el anagrama de la banda: una serpiente enroscada en un hacha. La organización terrorista suele mandar este tipo de cartas a empresarios radicados en el País Vasco, Navarra y también Madrid. La agencia Europa Press cifraba ayer en unos 150 el número de empresarios chantajeados en esta ocasión en Navarra. Por su parte, Ricardo Martí Fluxà declaró a EL PAÍS que "es imposible saber la cifra exacta, puesto que unos empresarios denuncian el chantaje y otros no, pero en esta ocasión rondan los cien". El alto cargo de Interior reconoció que un buen número de empresarios pagan el impuesto revolucionario, una práctica "bastante imposible de evitar".

"ETA", explicó, "no sólo obtiene el dinero de quien paga 1.000 millones de pesetas, también hay fórmulas más sofisticadas. Desde el que inserta publicidad en determinado diario hasta el que hace gratuitamente determinados trabajos o financia determinadas actividades. Existe la gran extorsión y la pequeña extorsión".

Esta misma semana, pequeños comerciantes de la localidad de Zizur Mayor, un pueblo de 7.000 habitantes en el cinturón industrial de Pamplona, denunciaron una extraña visita. "Dos chicas jovencísimas", declaró uno de ellos, "repartieron unos sobres por los comercios en los que pedían dinero para sufragar los gastos de las familias de los presos".

Recaudación a domicilio

Unos días después, las mismas jóvenes, que decían ir en nombre de Gestoras pro Amnistía, se pasaban a recoger los sobres, los abrían a la vista de todos y señalaban en una lista los comercios que habían dado dinero y los que no.

Según el presidente de la Confederación de Empresarios Navarros, José Manuel Ayesa, lo más nuevo en esta nueva ola de chantaje por parte de la banda terrorista es su especial incidencia en el sector de la hostelería, informa . Atribuye el mayor número de denuncias a que "se ha perdido el miedo" a la hora de denunciar en voz alta. En esta ocasión, dice Ayesa, a los terroristas "les puede salir el tiro por la culata".

El presidente de los empresarios navarros explicó ayer que la misiva de ETA termina apelando a pagar el chantaje "por los medios habituales" -algo que muchos de los que pereciben la macabra carta desconocen- o a "atenerse a las consecuencias". "Todos sabemos,", añadió, "que para lo único que sirve este dinero es para financiar más muertes o más bombas". La táctica de ETA siempre ha incluido a Navarra en su red de extorsiones, y en muchas ocasiones por encima, incluso, del País Vasco.