El Gobierno elude responder a las críticas
El Gobierno no quiso pronunciarse ayer sobre las acusaciones de instrumentalización a su partido, el PP, con motivo del concierto-homenaje al concejal de Ermua Miguel Angel Blanco, celebrado el miércoles en la plaza de Las Ventas. El portavoz del Gobierno, Miguel Angel Rodríguez, pese a las reiteradas preguntas de los periodistas, se aferró a la coartada de no favorecer con la polémica a los enemigos -los terroristas- para no responder a las críticas sobre la manipulación partidista que todos los partidos, incluidos sus socios nacionalistas, han dirigido al PP y a RTVE.Rodríguez se limitó a condenar el abucheo al cantante Raimon. "Por supuesto. Me sorprende la pregunta. Es como si dice: ¿A usted que atropellen a alguien por la calle le parece mal? Pues sí, claro. En nuestro país no tiene sentido ningún silbido a un cantante porque cante en catalán. Pero me sorprende que me pregunta algo que sabemos todos".
Tampoco quiso el Gobierno pronunciarse sobre las críticas de frivolidad dirigidas al presidente del Ejecutivo, José María Aznar, por bromear con la canción Macarena.
Sin embargo, el bochorno de algunos ministros, los más centristas, por el conjunto del espectáculo , especialmente con el abucheo al cantante Raimon y al actor José Sacristán, es manifiesto. Algunos ministros significativos como el de Interior, Jaime Mayor, se libraron del espectáculo al coincidir con la cumbre hispano-italiana en Bolonia.El único miembro del Gobierno que ayer hizo un pronunciamiento sobre la acusación de partidismo fue su vicepresidente político, Francisco Alvarez Cascos. Dijo en Onda Cero que no hubo "apropiación ni mucho menos voluntad partidista de apropiación" del homenaje al concejal asesinado. "Descalificar a los que han ido por culpa de los que no han ido no tiene nada que ver con la organización. La organización ha hecho una organización abierta, donde todo el que ha querido ir ha podido ir y, en ese sentido, no ha habido apropiación", subrayó.
Cascos lo siente
Cascos dijo haber "sentido muchísimo" los abucheos que se produjeron, aunque manifestó que no tiene sentido criticar a la organización por esos incidentes, ya que fue la que llevó a Raimon y a Sacristán al acto, por lo que, en todo caso, habría que elogiarla. A su juicio, la organización no es responsable del público asistente, que compró libremente sus localidades.
El portavoz del Gobierno, Miguel Angel Rodríguez, quiso frenar las críticas dirigidas por el lehendakari Ardanza, en el sentido de que había muerto el espíritu de Ermua. Rodríguez manifestó que "sigue vivo y es bueno que así sea". También respondió al ex secretario general del PSOE, Felipe González, que el miércoles definió de "democracia cautiva" la situación política creada por el Gobierno del PP. "No sé en qué país vive", dijo.
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