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Un empresario admite que parte de los informes de Filesa eran fotocopias

El ex presidente de Enasa, Juan Antonio Molina Vivas, negó ayer que los 36 millones de pesetas pagados por su empresa por un informe hecho por Filesa fueran "una donación" al PSOE, por más que dos de los tres tomos del mismo fueran simples fotocopias del Diario Oficial de la Comunidades Europeas. En el Juicio de Filesa que se sigue en la Sala Segunda del Tribunal Supremo, otros dos empresarios, de Cepsa y Elsan, negaron también haber entregado cantidades al entonces partido en el Gobierno.

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Protesta contra el fiscal

Juan Antonio Molina, a quien el fiscal y la acusación del empresario José María Ruiz Mateos imputan un delito de apropiación indebida, relató que en 1988 la empresa pública Enasa atravesaba por graves dificultades económicas y necesitaba ayuda de la Comunidad Europea. En concreto, cuando Molina llega a la presidencia de Enasa, en octubre de 1986, la empresa perdía 25.000 millones y tenía más de 8.000 trabajadores.El principal problema radicaba en que la CE no la consideraba viable y si el accionista, el Estado a través del INI, reponía fondos, Europa lo consideraba una ayuda indirecta que vulneraba la práctica de la libre competencia.

Fue entonces cuando Luis Oliveró, administrador único de Filesa, se presentó en su despacho y le propuso la realización de un informe o estudio sobre "El sector industrial en la CE". Según el presidente de Enasa, le dio "la impresión" de que "Oliveró conocía el mundo industrial y podía aportar un punto de vista distinto".Finalmente, suscribió un contrato por la confección del estudio por importe de casi 36 millones.

El acusador Marcos García Montes le preguntó si sabía que el informe eran de fotocopias del Diario Oficial de la CE y si había pagado 36 millones de pesetas por unas fotocopias. Molina precisó que, efectivamente, dos de los anexos eran fotocopias del diario oficial que, según García Montes, "podrían haberse adquirido en Bruselas por unas 200 pesetas". Pero, según el empresario, los 35 millones se pagaron "no por los anexos de fotocopias, sino por el informe troncal". Molina Vivas encontró el informe "muy interesante", pero admitió que quedó un poco desfasado, porque cuando le llegó, los problemas de Enasa ya estaban en vías de solución.

A preguntas de su defensor, Fracnesc Jofresa, Molina aclaró que antes de acceder a la presidencia de Enasa había trabajado en Banca Catalana y había sido presidente de Patronato Municipal de la Vivienda y director general de los autobuses y el metro de Barcelona. Añadió que es militante del PSC-PSOE, pero nunca ha tenido cargos de responsabilidad en el partido.

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El director general de Cepsa, Eugenio Marín, señaló que había firmado con Filesa un contrato que le llevaron los servicios de su empresa. Se pagaron, dijo, 244 millones de pesetas por informes sobre los sectores petroquímico y de refino, pero él nunca vio dichos informes.

Explicó que su empresa gastaba anualmente 1.200 millones en informes y él sólo había sido responsable de uno. Detalló que no era raro que los informes se hubieran destruido: "Me pareció normal. Si tuviese en mi casa los informes de 40 años de servicio, fíjese usted lo que sería", respondió al fiscal.

Por su parte, Francisco Javier Iglesias Díaz, adjunto a la vicepresidencia de la empresa de asfaltos Elsan, dijo que recibió el encargo de su presidente de tratar con el acusado Luis Oliveró el pago de cuatro facturas por un total de 86 millones y que su misión era tratar de retrasar el pago lo más que pudiera". Añadió que tampoco vio los informes.

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