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Las reservas centrales de divisas recuperan el nivel previo a la crisis del SME en 1992

La buena marcha del turismo, la bonanza -no ausente de vaivenes- de los mercados financieros españoles y el tirón de las exportaciones han permitido al Banco de España reponer a un ritmo veloz sus reservas centrales de divisas. Éstas crecieron en agosto en 1.107,4 millones de dólares (170.539 millones de pesetas) hasta alcanzar el saldo total 70.062 millones de dólares (10,78 billones de pesetas), el nivel más alto desde agosto de 1992, un mes antes de la crisis del Sistema Monetario Europeo, que obligó al banco central a intervenir masivamente para defender a la peseta.

El saldo de reservas de divisas en manos del Banco de España ha aumentado un 13,3% entre enero y agosto. El incremento registrado en el octavo mes del año es el tercero mayor en importe tras la fuerte subida, de enero y de julio. Los 70.062 millones de dólares en manos de la autoridad monetaria vuelvan a situar a España entre los bancos centrales de los países avanzados con mayor volumen de reservas. De hecho, se coloca en tercera posición detrás de Japón (221.100 millones de dólares) y Alemania (80.800 millones de dólares) y por delante de Estados Unidos (57.000 millones de dólares).Durante los últimos 20 meses y salvo el alto en el camino del pasado mes de febrero, cuando la peseta se vio presionada a la baja por los rumores sobre un retraso de la creación del euro, el banco central ha repuesto rápidamente sus reservas gracias a la buena marcha de la economía española, que ha permitido restaurar la confianza del ahorro exterior en los activos denominados en pesetas. Sólo en 1996, las reservas aumentaron un 61%. En los ocho primeros meses del año el incremento roza el 15%.

Duplicado en 28 meses

Las cuatro devaluaciones que sufrió la peseta entre otoño de 1992 y la primavera de 1995 provocaron una bajada en picado de las reservas, que fueron usadas por el Banco de España para defender el tipo de cambio de la peseta. De hecho, el nivel más bajo que se contabilizó en ese periodo fue en el mes de abril de 1995, justo después de la última devaluación, cuando las reservas se situaron en 36.357 millones de dólares. Es decir, se han casi duplicado desde entonces.

Uno de los principales motores del rápido ingreso de divisas en las arcas de la autoridad monetaria ha sido la buena marcha de los mercado financieros. Si en 1996, la Bolsa se revalorizó un 38%, en los ocho primeros meses del presente año su valor ha aumentado más de un 30%. Igualmente activo ha estado el mercado de deuda pública, donde la entrada de la inversión foránea ha situado las rentabilidades de la deuda en mínimos históricos.

Entre enero y junio pasados, según los últimos datos disponibles del Banco de España, la entrada neta de capital en la economía española ascendió a 582. 000 millones de pesetas.

La estabilidad de la peseta en el mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo (SME) también ha permitido al banco central vender en numerosas ocasiones pesetas para comprar divisas extranjeras. A lo largo del año, el banco central ha intervenido en los mercados para evitar que la peseta se fortaleciera en exceso -más allá de 84 unidades por marco alemán- y dañara la competitividad de las exportaciones.

Precisamente el fuerte aumento de las exportaciones en el primer semestre, que han crecido a un ritmo cercano al 15%, es otra de las razones por las que ha crecido el saldo en moneda extranjera.

Los ingresos por turismo, otra de las fuentes de ingreso de divisas, aumentaron entre enero y junio un 13,9% sobre el mismo periodo del año anterior y ascendieron a un total de 1,694 billones de pesetas. Aunque no hay datos definitivos sobre julio y agosto, los altos niveles de ocupación hotelera permiten anticipar unos buenos resultados. El fuerte aumento de las reservas en julio y agosto reflejan ya esta tendencia.

La buena marcha de los mercados financieros, propiciada en parte por la entrada de capital extranjero, ha permitido al Tesoro reducir notablemente sus necesidades de acudir al mercado. De hecho, la fuerte bajada de los tipos de interés en los últimos meses ha abaratado notablemente la carga financiera del Estado.

El director general del Tesoro, Jaime Caruana, anunció ayer que las emisiones que hará el Tesoro este año alcanzarán los 2 billones de pesetas frente a los 3 billones previstos para pagar los intereses de la deuda en circulación. Caruana, que participó en unas jornadas sobre fondos de pensiones organizadas por The Economist en Madrid, aseguró que ese billón que no se necesita emitir se debe a los movimientos a la baja de las rentabilidades de los activos públicos.

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