Interior deniega asilo político a una familia iraní con cinco hijos y ordena su expulsión

El Ministerio del Interior ha denegado asilo político a una familia católica iraní con cinco hijos y les ha conminado a abandonar España antes del próximo día 9. En la resolución se apunta que el argumento planteado por la familia de que son perseguidos en Irán por sus ideas religiosas no ha sido acreditado ni tampoco se aprecian razones huma nitarias para permitirles su permanencia en España. La desestimación de la solicitud no supone que tengan que regresar a su país, sino que deben de de España, hacia donde sea. Pero si vencido el plazo que concede Interior no se han ido -y no están dispuestos a hacerlo- pasarían a ser considerados ilegales, y entonces la policía podría deportalos. En ese caso, habría un único destino: Irán.

Sus ojos negros tienen todavía mirada de niña; sus palabras anticipan firmeza de mujer. Confiesa su edad: 15 años, pero prefiere reservar su nombre. Hace un año, ella, sus padres y sus cuatro hermanos de edades comprendidas entre los l3 y los 7 años, huyeron de Irán y recalaron en Málaga. Dejaron su país "no por gusto", sino porque tener convicciones católicas trae demasiados problemas en un Estado islámico. Dijo que hace siete años la familia salió de Irán y al regresar su padre ya fue "molestado" por las autoridades iraníes.Ella, que con apenas nueve años fue obligada a esconderse tras un velo, dice que en España se siente libre y que no quiere volver a su país. Ni ella, ni su familia. Los siete desean quedarse en Málaga, donde los padres ya han encontrado trabajo. Pero ese anhelo puede truncarse dentro de tan solo cinco días. La familia, que quiere guardar su anonimato por razones de seguridad, carece de pasaportes y asegura que pedir a sus familiares pruebas de la persecución de la que han sido víctimas por parte del régimen iraní pondría en peligro su integridad.

Según el relato de la niña, debido a sus creencias su padre estuvo siete años en prisión. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que les ha dado cobijo todo este tiempo, ha recurrido la resolución de Interior ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. La Asociación por los Derechos del Niño (Prodeni) ha remitido escritos a la Reina y a todas las administraciones para que se les permita quedarse en España.

Ocultos en un camión

La familia escapó de Irán hace un año, oculta en un camión que tardó tres días en llegar a la ciudad turca de Estambul. En esa ciudad esperaron un par de semanas hasta conseguir visados para trasladarse a Marruecos. El viaje acabó en Málaga. Los niños fueron escolarizados, hicieron amigos y aprendieron bastante bien el español; quieren seguir estudiando y llegar a. ser traductora, médico, arquitecto, mecánico y profesor.

Los padres consiguieron un permiso de trabajo y un empleo en una factoria de envasado de pasas. Ya habían alquilado una casa y pensaban dejar el centro de la CEAR en pocos días más. La negativa del Ministerio del Interior, notificada a la familia el pasado 26 de agosto, les cayó como un jarro de agua fría rompió todas sus esperanzas.

"No permitan que nos manden a la desesperación. Un papel puede cambiar la vida y la felicidad de una familia. Pedimos desde lo más hondo del corazón que nos dejen vivir en este maravilloso país. No podemos volver, queremos quedarnos en España. Estamos muy tristes, ahora que por fin habíamos empezado a ser felices", decía ayer la niña. Sus cuatro hermanos, más tímidos que ella, le: dejaban el papel de portavoz, y se cubrieron el rostro para ser fotografiados.

José Manuel Mochón, responsable de CEAR en Málaga, confía en que la orden del Ministerio del Interior no se concrete y que si no pueden quedarse como asilados políticos que al menos se les concedan los beneficios de la Ley de Extranjería.

La asesoría jurídica de esa organización intenta, además de paralizar la expulsión obligatoria, que se les permita entrar dentro del contingente de extranjeros. Pero no será fácil porque las solicitudes superan 10 veces el cupo establecido de admisiones.