Los flamencos dan las gracias al promotor Antonio Fernández
Las ausencias de algunas figuras no quitaron brillo a una noche llena de arte
Faltaron Morente, Mercé, Lole, Tomatito y Moraíto Chico, pero el empresario Antonio Fernández tuvo anoche el homenaje que su larga trayectoria en la sombra como promotor de espectáculos flamencos se merecía. Hubo cante, baile y toque de primera calidad, y el Cuartel del Conde Duque se llenó con 1.800 personas que disfrutaron de casi tres horas y media de espectáculo.
Algunas personas devolvieron las entradas por las numerosas caídas del cartel, pero el concierto resultó un éxito. El público -entre los asistentes se encontraban Pedro Almodóvar y el torero Julio Aparicio-, siguió el festival con gran atención y respeto. El propio Fernández cerró su no che más sentimental agrade ciendo al público su asistencia y disculpando a los ausentes.Antes de ese final, que no se consumó con la patadita por bulerías de Fernández como estaba previsto, hubo arte y duende a raudales, variedad de palos y aplausos para todo el mundo.
Abrió el camino la bailaora jerezana Sara Baras que salió con un pantalón que hizo recordar a Fernández los días de Carmen Amaya. Bellísima y delicada, sensual y corralera, Baras dejó su estela de próxima figura. Siguieron los Losada, unas magníficas alegrías de Pepe de Lucía que continuó por tangos y siguió por bulerías acordándose de Camarón. Rancapino dejó un aperitivo de su actuación de hoy en "Suristán con alegrías, malagueñas, tangos y bulerías.Buierías chulapas
El Güito, amigo del alma de, Antonio Fernández, le agradeció con unas bulerías absolutamente chulapas. Carmen Linares le cantó por alegrías junto a los hermanos Cortés y cerró con unas espléndidas bulerías junto a Paco Cepero, y Esperanza Fernández llenó la noche de magia y magnetismo con su voz de oro y su baile de brillantes. Sobresalió el toque del Niño Josele con Pepe de Lucía y el de Paco Cepero con Carmen- Linares. En los camerinos Antonio Fernández, que ha sido agente y promotor de artistas como Camarón, Lole y Manuel y las Grecas, parecía estar debutando en el flamenco. Emocionado y agradecido apenas podía contener las lágrimas.