AFANES CENSURADORES
En Estados Unidos, una décima parte de los discos se venden a través de Wal-Mart, una poderosa cadena de 2.300 tiendas defensora de los valores familiares. Lo que no saben sus compradores es que muchos de los discos que allí se despachan son ediciones especiales para la cadena, que revisa con lupa el contenido de los elepés y consigue que se eliminen versos e incluso canciones enteras, que se cambien títulos y portadas; en caso contrario, no llegan a sus estanterías. Beck, John Mellencamp o los Fugees están entre los artistas que han aceptado esa peculiar censura. Alguien que se negó fue la cantante Sheryl Crow, cuyo último disco contenía una crítica a Wal Mart por vender armas de fuego. El caso más absurdo fue el de Kenny G, un artista nada polémico: su disco Miracles le presenta en portada tocando el saxo soprano junto a un niño desnudo. En Wal-Mart consideraron que era una indecencia, y sólo rectificaron cuando se les explicó que el bebé era el hijo recién nacido del propio Kenny.-
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